Por Gilberto Lavenant
En política, ocurren cosas que resultan inverosímiles, impensables, aberrantes, que dan pena ajena y a veces no se sabe si reir, o llorar. Si lo contaran como un chiste, a la mejor se diría que son exageraciones, que difícilmente podría ocurrir algo así. Pero realmente ocurren.
Ocurrió en el caso de los Regidores del XX Ayuntamiento de Tijuana. Incómodos e indignados por el trato irrespetuoso e indiferente que les ha estado dando el Alcalde priísta Carlos Bustamante Anchondo, así como los colaboradores de éste, luego de comentarlo durante varios días, decidieron reunirse para poner un alto a todo esto.
El sábado 4 de junio, reunidos en un salón del Hotel Lucerna, decidieron integrar una alianza. Le llamaron la Alianza por la Dignidad. Eran 10 de los 15 Regidores que integran el XX Ayuntamiento de Tijuana. Resultaba extraña, pues no eran solo Regidores representativos de partidos políticos opositores al PRI, al cual pertenece el Alcalde, sino incluso también regidores priístas.
Ahí estaban los regidores Miriam J. Ayón Castro, Francisco Gómez Medina, Ruben Salazar Limón y Javier Merino Duarte, del PRI; Claudia Ramos Hernández, María Luisa Sánchez Meza y Erwin Aréizaga Uribe, del PAN; Mariano San Román Flores, del PVEM; Julio César Vázquez Castillo, del PT y Rodolfo O. Hernández Bojórquez, del PES. Faltaban solo los regidores priístas David Ruvalcaba, Franciscana Krauss y Enrique Parra, el panista Ricardo Franco, y Najla Whebe Dipp, del Panal.
Finalmente, la panista Maria Luisa Sánchez Meza se desmarcó. Dicen que alguien le habló al oído y la “convenció” de que se desligara de la alianza, o de lo contrario una de sus hermanas, que al parecer labora en el Instituto de la Mujer, lamentablemente quedaría sin empleo. La regidora del Panal, Najla, no lo pensó dos veces cuando le plantearon la propuesta y se integró a la alianza.
Cabe observar que los regidores aliancistas, fueron muy cuidadosos en tratar de evitar que esto pareciera un movimiento de choque en contra del Alcalde Bustamante. Sí hablaron de los desprecios que sufren, de la poca estima que les tienen, de que los funcionarios del gobierno priísta, ni caso les hacen cuando les piden información o los citan para que comparezcan ante ellos a explicarles tal o cual cosa.
Por ello, en el texto del pacto, de entrada puntualizaban que “…Los Regidores de las diversas fracciones políticas representadas en el Cabildo del H. XX Ayuntamiento de Tijuana, unimos esfuerzos y compromisos para impulsar un Nuevo Modelo de participación política incluyente, que fortalezca y garantice la gobernabilidad institucional, la construcción de acuerdos, y la vida democrática de nuestra ciudad”.
En el mismo establecían principios y objetivos. Entre estos últimos, fijaban como propósitos fundamentales el lograr la consolidación del Cabildo como cuerpo colegiado para la toma de decisiones y el fortalecimiento de la figura del Regidor en la participación en la administración pública.
En pocas palabras, pretendían recordarle al Alcalde, así como a sus cercanos colaboradores, que el Ayuntamiento es un órgano de gobierno colegiado y que ellos son parte del mismo, cuyas decisiones se toman por el voto mayoritario y que por lo tanto requieren atención y respeto. Reconocerles el valor que jurídicamente les corresponde.
Bustamante Anchondo estaba fuera de la ciudad, así es que no tuvieron oportunidad de entrevistarle para hacer de su conocimiento la constitución de dicha alianza. Cualquiera podría jurar que al enterarse el Alcalde, de inmediato se reuniría con los regidores, con cada uno de ellos por separado, o con todos a la vez, para aclarar situaciones, posibles malos entendidos y corregir aquello que no ha funcionado adecuadamente, para atender las inquietudes planteadas y que les motivaron a constituir dicha alianza. El Alcalde retornó a Tijuana, y no pasó nada. Ninguno de los Regidores, al menos de los aliancistas, fue llamado por Bustamante para comentar este asunto.
Sin embargo, el miércoles por la mañana, durante desayuno que organizó el Alcalde en la Sala los Presidentes para festejar el día de la libertad de expresión, en improvisada conferencia de prensa, al ser cuestionado sobre la alianza de los Regidores, de una manera absurda y obviamente irreverente, además de insólita y aberrante, respondió que lejos de incomodarle, le daba risa. Traducido al español, les vió cara de payasos a los Regidores y le hicieron gracia sus inquietudes.
Apenas en el séptimo mes de su gestión administrativa y el Alcalde Bustamante Anchondo continua dando muestras de que carece de la madurez y experiencia empresarial que presumió durante su campaña electoral y que posee poca seriedad y habilidad política.
Seguramente nadie le ha dicho que el Ayuntamiento es un órgano de gobierno colegiado, del que forman parte los Regidores y que él, como Alcalde, sólo es el coordinador. Que requiere del voto de estos para gobernar y que sin el voto de ellos, no haría nada. Y así se atreve a considerarlos como payasos, que le dan risa. Por políticos así, México está como está. No cabe duda.
gil_lavenants@hotmail.com
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