* La “obesidad” oficial
Por Gilberto Lavenánt
La obesidad, es un problema de salud muy serio en México. Según encuesta nacional de salud y nutrición, realizada por el Instituto Nacional de Salud, existen 52 millones de mexicanos con problemas de sobrepeso u obesidad. 1 de cada 3 niños la padecen. 3 de cada 10 adultos, también.
Existe otra clase de obesidad, que también es un problema serio en nuestro país. La obesidad presupuestal gubernamental. Esta constituye un factor común entre los tres niveles de gobierno en nuestro país. No hay recursos, pero cada año los presupuestos de egresos de los gobiernos, se incrementan exageradamente.
Y esto es, no precisamente porque amplíen los programas de obras y servicios, en beneficio de las comunidades. Lo que aumentan son las nóminas. Cada nuevo gobernante, e incluso los que concluyen su gestión, incrustran más y más individuos a las listas de personal. A como dé lugar y sin importarles que eso represente mayores gastos de los recursos públicos, contratan a sus amigos, parientes, compañeros de partido, familiares o parientes de sus amigos, o amigos de los amigos.
El presupuesto de egresos del gobierno estatal de Baja California, es un claro ejemplo de esta obesidad presupuestal. Del 2005 al 2011, el presupuesto de egresos se elevó, de 21 mil 324 millones de pesos, a 33 mil 200 millones. El incremento fue de 12 mil 324 millones de pesos, casi el 58 % más, en solo 6 años.
Con esa tendencia, dentro de 6 años, el presupuesto de egresos del gobierno estatal, andará en alrededor de 48 mil a 50 mil millones de pesos. ¿De donde saldrá el dinero para cubrirlo o pagarlo? Pues definitivamente del bolsillo de todos lo bajacalifornianos. ¿De dónde más?
Lo malo es que esto no beneficiará a los habitantes de esta entidad. Bueno, no a todos. Solo a aquellos que logren incorporarse a las nóminas oficiales. Porque precisamente el rubro de sueldos, es el que mayor incremento registra. En el 2005 se erogaban 5 mil 566 millones de pesos y en el 2010 el monto destinado a sueldos llegó a 8 mil 894 millones de pesos, o sea 3 mil 328 millones más, que representa un incremento del 60 % en solo 5 años.
Los discursos sobre austeridad y limitaciones en el gasto público, son solo eso, simples discursos. En la práctica, el gobierno estatal gasta los pocos recursos disponibles, como si estuviésemos viviendo tiempos de bonanza.
Por cierto, uno de los rubros en los que se gastan enormes cantidades de dinero, es en el de asesorías. Un excelente trabajo del periódico Frontera, publicado esta semana, muestra que el gobierno estatal de Baja California, gasta 448 milllones 843 mil pesos anuales, lo que representa una erogación mensual de 37 millones 490 mil pesos, en sostener una nómina de 1,609 asesores.
En este rubro, caben todos los compas, ahijados, amigos, primos y cualesquier compañero de partido que haya quedado desempleado, que no tenga una preparación específica, para el que no exista un espacio disponible, pero que puede ser incorporado a las nóminas estatales como asesores de los asesores de los asesores.
Resulta escandalosa esta situación. Aberrante, grosera, deshonesta. ¿Qué culpa tienen los bajacalifornianos, de que el partido político del Gobernador Osuna Millán, haya perdido espacios en la función pública, como para tener que pagar el costo de tantos panistas desempleados, incrustrados en la nómina con el carácter de asesores?
Tratando de frenar o aliviar esta exagerada obesidad presupuestal, el diputado local Julio Felipe García, líder del grupo parlamentario priísta en la XX Legislatura Estatal, presentó una iniciativa de ley, que pretende convertirse, para el gobierno estatal, como un “bypass” o “banda gástrica”, el recurso médico mediante el cual le amarran el estómago a los gorditos, para que reduzcan la ingesta de alimentos, hasta que logran bajar de pesos.
La propuesta priísta, de ser aprobada, obligaría al gobierno estatal, a que del presupuesto de egresos, destine un 70 % para gasto corriente, que incluye los sueldos del personal y honorarios de los asesores, destinando el 30 % restante a obras, infraestructura y servicios, en beneficio de la comunidad, pues se aplicarían en áreas de salud, educación, deporte y gasto social en general.
Solo falta que Osuna Millán acepte que “le amarren el estómago” a su gobierno y no vete esta iniciativa de ley, pues entonces la “obesidad presupuestal” continuará aumentando su volumen, hasta que ya no haya recursos públicos disponibles.
El asunto es serio, sumamente serio.
Cuando le piden que cubra el costo de los desayunos escolares, argumenta que no hay recursos para ello. Cuando se pretendió eliminar la tenencia vehicular, dijo lo mismo,
Argumento este que no aplica cuando echa a andar el programa “Placa BC”, regalando 5 mil pesos a cada uno de los propietarios de vehículos “chocolates”, para que los regularicen, tratando con ello de aniquilar a Anapromex.
Argumento este que tampoco aplica, cuando se trata de contratar como asesores a los panistas desempleados.
Que cada quien haga sus propias conjeturas.
gil_lavenant@hotmail.com
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