jueves, 13 de mayo de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa



* El hankquismo
Por Gilberto Lavenant

En días pasados, el comité de campaña del candidato priísta a la Presidencia Municipal de Tijuana, don Carlos Bustamante Anchondo, anunció con “bombo y platillo” el hecho de que habría de reunirse en un desayuno con el “hombre barbado”, líder del hankquismo en esta frontera, el Ing. Jorge Hank Rhon.

Y se dió la reunión y casi se echaron las campanas a vuelo, pues la llamada “ola roja” se adhiere a la candidatura del priísta, para respaldar a Bustamante en forma abierta y contundente, en una contienda electoral que los propios priístas observan sumamente difícil.

Difícil, pues los comicios del próximo 4 de Julio, aquí en Tijuana, como en el resto del país, serán un presagio de lo que puede ocurrir en el 2012 con la candidatura a la Presidencia de la República. Ganar Tijuana, es uno de los objetivos más serios de todos los partidos políticos.

Difícil, porque la de Tijuana, en especial, ya está visto y lo reconocen y denuncian incluso los propios panistas, será y está siendo una “elección de Estado”, en la que los tres niveles de gobierno se gastarán hasta el último centavo que tengan, en la compra de electores y en beneficios para aquellos que decidan apoyar a los candidatos panistas.

Difícil, porque los priístas llegan a esta contienda, tan divididos como siempre. Quizás mucho más ahora, cuando se presagia la posibilidad de triunfos y la supuesta recuperación de la Presidencia de México en la contienda grande.

Todos quieren estar en primera fila a la hora del presunto retorno del PRI a Los Pinos. Para regresar a los viejos tiempos. Aquellos de la famosa “aplanadora”, de “elecciones de carro completo”, del “dedo divino”.

Por ello, la alianza con el hankquismo, para los priístas en esta frontera, es algo sumamente importante. ¿Pero realmente favorece esto a don Carlos Bustamante ? Podría decirse que si,
aunque con algunos peros.

No hay que olvidar que, políticamente hablando, al menos en Baja California, Jorge Hank Rhon, tiene sus méritos. Logró recuperar Tijuana, para el PRI, aunque –algunos le culpan de ello- el gusto duró solamente tres años.

Por “un pelito”, estuvo a punto de ser Gobernador de la entidad. Las traiciones y el antipriísmo, más que otras cosas, le ganaron la partida. Pero al final de cuentas, formó un equipo y muchos de sus integrantes se mantienen ubicados en posiciones diversas.

En esta contienda, aunque en principio se habló de que doña Elvia, su esposa, podría haber sido postulada como candidata priísta a la Presidencia Municipal, sabedor de que el “diablo” Fernando Castro Trenti tenia todo bajo su control, no quizo saber nada de política. Como los niños berrinchudos, cuando saben que habrán de ganarles el juego con chapuzas, agarró sus “canicas” y simplemente dijo : “así, no más no juego” y se encerró en su centro hípico.

La verdad es que estaba haciendo sombra para la grande. Se dice y se sabe que es compa del cuasicandidato priísta a la Presidencia de México, Enrique Peña Nieto, y que todos sus recursos, tanto económicos, como humanos, los destinará para la grande.

Pero no resistió la abstención política, precisamente sabedor de que esta contienda será básica para la del 2012. Por eso decidió sumarse a la campaña de Bustamante. Esto, al menos en número, hará que el equipo priísta se vea más grande y aparente unidad.

Otro factor favorable es que después de todo Hank y su esposa Elvia, se han distinguido por realizar labores sociales, independientemente de los tiempos electorales. Eso, ni quien se los pueda desconocer. Son, sin duda alguna, puntos a favor de don Carlos.

Algo más, el hankquismo vendrá a blindar al candidato priísta, para que el “diablo” Castro Trenti no interfiera en su campaña, no intente manipularlo, ni chantajearlo. Eso ya es mucho.

Pero el hankquismo -ahí vienen los peros- tiene también mucho de “vibra negativa”. La administración de Hank ha sido considerada como una de las más frívolas de la historia de Tijuana. Todo era más fiesta, más jolgorio, que otra cosa. Los hankquistas, no fueron ni muy serios, ni muy honestos, ni muy eficientes para gobernar.

Además, Hank es controlador. Colabora, aporta, pero no de gratis. Exige honores y mando. En este renglón es en donde surgen la mayoría de las dudas y cuestionamientos. ¿Cuánto le costará a don Carlos Bustamante, la alianza con el hankquismo?, ¿Hasta qué punto, don Carlos Bustamante, se mantendra a salvo de la autoridad o mando de Jorge Hank?

Toda alianza cuesta y nadie dá nada, sin algo a cambio. A Bustamante muchos priístas han tratado de extorsionarlo, sin darle nada a cambio. La decisión de aliarse con el hankquismo, ya la tomó y ahora tiene que afrontar los riesgos. Los resultados habrán de conocerse el próximo 4 de julio. No antes.

gil_Lavenant@hotmail.com

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