COLUMNA: El Hijo

Por Los voceros (la-Ch.com)
* Leyzaola, ¿el segundo Alcalde?
Nadie contradice que Julián Leyzaola ha logrado depurar y mantener un mayor control de los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. En ese sentido ha sido un acierto su gestión.

Sin embargo, su efectividad ha ocasionado que el Alcalde le solape acciones que pudieran calificarse como duplicidad de funciones.
De repente, ya Leyzaola tiene el poder de suspender conciertos, especialmente aquellos de grupos que cantan narcocorridos. La forma es no autorizar personal de seguridad, lo cual es de su competencia y es una obligación contar con ellos para organizar eventos masivos.
Después, personal a su cargo, agentes infiltrados, comenzaron a hacer las labores de la Dirección de Reglamentos, clausurando bares donde había supuestas irregularidades.
Luego, el mando policiaco le salió lo investigador, que es tarea del ministerio público, y torturó a cuatro agentes de la corporación para que confesaran que habían robado al presidente de la Asociación Juvenil Mundial de Taekwondo.
Ahora resulta que desde la dependencia a su cargo se giró la instrucción que se ampliara el horario de atención de la Dirección de Servicios Médicos Municipales.
En un comunicado del Ayuntamiento de Tijuana, el director de Servicios Médicos Municipales, Ángel de la Torre Casillas, indicó que por instrucciones de la Secretaría de Seguridad Pública se decidió extender hasta las 20:00 horas el horario de atención a beneficio de las sexoservidoras.
Tal vez la visión castrense ha funcionado para tener un mayor control de los agentes policiales y ha permitido la colaboración con otras autoridades que ha concluido con las detenciones de importantes miembros del crimen organizado.
Sin embargo, cuando el secretario y el director de la Policía Municipal han volteado hacia la sociedad, sus acciones son calificadas como autoritarias, de violación constante de los derechos humanos.
En una reciente entrevista con el programa Punto de partida, sonriendo Julián Leyzaola dijo: "Me tienen terror, no sé porqué, pero me tienen miedo los delincuentes".
Le faltó agregar que no sólo los delincuentes.