ESTADOS UNIDOS.- El presidente Barack Obama promulgó hoy una ambiciosa ley que se espera reducirá la incidencia del tabaquismo en Estados Unidos, en una de las mayores victorias políticas recientes sobre esta poderosa industria.
Obama, quien este lunes reconoció su propia adicción al tabaco, dijo que con la firma de esta ley concluyó un largo proceso de 15 años, después que la Cámara de Representantes discutió por primera vez la propuesta.
El mandatario puso de relieve la importancia de la nueva ley al recordar que más de 400 mil estadunidenses mueren cada año aquejados por enfermedades relacionadas con el consumo del tabaco.
"Más de ocho millones de estadunidenses padecen por lo menos una enfermedad seria provocada por fumar, y estos problemas de salud nos costarán a todos 100 millones de dólares al año", dijo.
La llamada Ley Familiar de Prevención del Fumar y Control del Tabaco le dará mayor autoridad al gobierno para regular la industria del tabaco, algo a lo que las tabacaleras habían logrado imponerse hasta ahora.
Obama destacó el potencial impacto de la ley al apuntar estadísticas según las cuales uno de cada cinco niños se convertirá en fumador cuando llegue a la educación preparatoria.
"Cada día mil jóvenes menores de 18 años se convierten en fumadores regulares y casi el 90 por ciento de todos los fumadores empezaron a hacerlo antes de cumplir 18 años" dijo.
El mandatario afirmó conocer de primera mano esta estadística. "Yo fui uno de esos jóvenes y sé lo difícil que es romper este hábito cuando te ha acompañado por mucho tiempo", dijo.
Cuestionado posteriormente sobre si la declaración del mandatario constituye una admisión de su adicción al tabaco, el vocero presidencial Robert Gibbs declinó precisarlo.
Aunque el hábito de fumar de Obama es ampliamente conocido, el mandatario se ha cuidado de ser retratado o visto en público fumando, desde sus días como senador.
Para Obama, la firma de este día coronó un esfuerzo de años en el Congreso, donde por muchos años el cabildeo de la industria se impuso a cualquier esfuerzo regulador.
"15 años después, su campaña finalmente ha fracasado", dijo.
La nueva ley prohibirá que las tabacaleras empleen cigarros con sabores y restringirá severamente las campañas de publicidad y promoción de productos enfocadas a jóvenes.
De igual modo, prohibirá la utilización de palabras como "suave" o "light" por considerar que su uso promueve la connotación de que las marcas que recurren a este lenguaje no ofrecen riesgos. También obligará a las tabacaleras a revelar el contenido de sus productos y le dará a la Administración de Alimentos y Drogas el poder para ordenar el cambio de ingredientes como la nicotina.
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