Por Teresa Gurza.
Mentira que esta semana haya iniciado la competencia entre esos 4 precandidatos a la presidencia del país, que lejos de sentirse humillados por el despectivo apodo de corcholatas que les puso su destapador López Obrador, se sienten tan honrados que así se asumen.
La contienda comenzó hace meses y llevan más de medio año gastando ilegalmente millonadas de dinero público en barbear al presidente y hacerse publicidad en calles, carreteras, periódicos y noticieros.
Y en los próximos 60 días, los veremos arrodillarse aún más ante AMLO y destriparse para lograr ser nombrado “defensor” de ese horror inventado por su titiritero, que es la Cuarta Transformación (4T).
Está claro que el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no será el más preparado, decente, honrado, culto, simpático, eficiente o capaz para gobernar, sino el que más alabe a López Obrador y más se mimetice con él.
Usando palabras de mi sabia nana Natalia, ganará la candidatura oficial a la presidencia de México, el que más se agache y más la cola se le vea.
Por lo pronto y pretendiendo sumar puntos a su favor, el excanciller Marcelo Ebrard anunció que si gana creará la Secretaría de la 4T y “para mejor preservar el legado de AMLO”, designará “a su hijo Andy” como titular; el pobre se quemó de balde, a las pocas horas hijo y padre rechazaron su oferta.
Y aún nos falta mucho por ver, habrá golpes bajos y altos, intrigarán, publicarán videos acusándose de deslealtad y corrupción, se meterán zancadillas y se picarán los ojos.
Eso suplirá a los necesarios debates y entrevistas sobre sus programas de gobierno que López Obrador les ha prohibido realizar para evitar los acusen de violar normas electorales.
Antes de pasar el poder, el presidente quiere dejar bien establecido que lo entregó a quien quiso y cómo quiso y que esa corcholata o ese corcholato, lo deberá solo a él y tendrá que cubrirle las espaldas tapándole crímenes de todo tipo, como lo ha hecho él con el expresidente Enrique Peña Nieto.
A López Obrador las leyes siempre le han venido guangas “no me salgan conque la ley es la ley” reitera a la menor provocación y violando las que nos rigen, garantizó a los tres perdedores los liderazgos de las cámaras de senadores y diputados y “un buen puesto en el gabinete del próximo gobierno”
De ese tamaño es la zanahoria, para que si pierden no chisten ni demanden.
Pero ¡aguas! porque las 4 corcholatas, las dos comparsas y organizaciones y ciudadanos que acepten este adelanto ilegítimo de las campañas, que incrementa el larguísimo deterioro institucional provocado por López Obrador, serán cómplices y podrán ser juzgados en tribunales.
AMLO lo sabe perfectamente y por eso, las disfrazó de “giras” que tendremos el disgusto de pagar con nuestros impuestos.
Ya anunció el presidente de Morena, Mario Delgado, cuya deshonestidad hace juego con la de su patrón, que cada corcholata recibirá 5 millones de pesos de dinero fiscal para gastarlos en dos meses.
Pero todos sabemos que será muchísimo más; que se agandallaron millonadas en los puestos que tuvieron y contarán con “ayuda” de los narcos, que por tener presencia en 81 por ciento del territorio nacional han influido con dinero y amenazas, en elecciones recientes.
Y no tardaremos en conocer denuncias por haber sobrepasado la cantidad permitida, interpuestas sobre todo por las comparsas; que como no tienen chance de ganar, nada perderán vociferando.
El único que rechazó los 5 millones, fue el ex secretario de Gobernación Adán Augusto López; los demás se los embolsaron felices y a Ebrard le pareció tan poco, que pidió se autoricen donativos de simpatizantes.
Lo que seguramente será negado, para evitar los gritos de “piso parejo” que tanto molestan a Claudia Sheinbaum; quien pese a ser la corcholata favorita, difícilmente obtendrá la candidatura por los enormes problemas de inseguridad, agua y transporte, que dejó en la Ciudad de México que acaba de gobernar.
Los lemas de las corcholatas muestran que hasta una vaca se las hubiera ingeniado mejor, para tener una propaganda más inteligente.
El de Sheinbaum: EsClaudia.
Marcelo: Con Marcelo sí.
Adán: Ahora es Adán Augusto porque estamos agusto.
México con M de Monreal es el del exsenador Monreal enemistado con López Obrador, pero aplacado con una invitación a desayunar de la que salió implorando “prefiero no tener ningún puesto, a estar contra él”.
A esa ilegal, indignante y triste situación hemos llegado sin entender cómo ni cuándo y aquí seguimos impávidos y como si nada ocurriera.
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