Por Sergio Anzures.
Está muy mal señor Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos, no somos una “maldita” frontera, somos una bendita frontera para su país, y a los pruebas me remito.
Muchos comercios del sur de California viven, sí viven, de las compras de los mexicanos de esta frontera, que se gastan anualmente alrededor de 5 mil millones de dólares, confirman estudios de Cámaras de San Diego y Tijuana.
Además, por la garita de San Ysidro y garita de Otay, cruzan alrededor de 51 millones de vehículos anualmente, información proporcionada por Secretaría de Turismo del Estado.
En enero del presente año cruzaron alrededor de 5 millones de personas al sur de California y a Tijuana.
Esto sin contar el movimiento de millones de dólares, de lunes a viernes por la Aduana de Tijuana y por la Aduana americana, de importaciones y exportaciones de productos electrónicos, aeroespacial, automotriz, médico y agropecuarios.
Señor Trump no se vale que por cuestiones electorales, por su interés de reelegirse en la presidencia de Estados Unidos, utilizando la migración ilegal como pretexto, diga que va a cerrar la “maldita” frontera con México.
Aquí no hay “malditos” fronterizos, hay gente trabajadora en ambos lados de la frontera, familias de aquí, allá y de allá, aquí.
El cierre en noviembre del 2018 de esta frontera por la llegada de migrantes centroamericanos a Tijuana con la intención de cruzar ilegalmente a Estados Unidos, afectó a todos.
Hubo comercios en Plaza de Las Américas que estuvieron a punto de cerrar porque los tijuanenses no cruzaron a comprar por temor a quedarse varados en Estados Unidos si cerraban el cruce fronterizo.
Desgraciadamente las autoridades federales (no lo hizo Enrique Peña Nieto y no lo hace López Obrador) y estatales no defienden a esta frontera.
No es posible que el Presidente Andrés Manuel López Obrador pregunte a veracruzanos que viven a miles de kilómetros de la frontera si le responde o no a Donald Trump.
Que le pregunte a los mexicanos que viven en esta frontera y que sufren las afectaciones cuando Donald Trump cierra las garitas de San Ysidro y de Otay, o endurece las revisiones migratorias a quienes van al sur de California.
Hoy iniciaron las campañas a gobernador de Baja California de los candidatos de los diferentes partidos y ninguno ha hecho una defensa de esta frontera.
Por lo pronto Presidente Donald Trump respete a las familias mexicanas y estadounidenses que comparten la frontera, sus ofendas siguen generando xenofobia y racismo contra esta comunidad binacional.
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