El espíritu de Rosarito definitivamente esta en la calidad de sus mujeres, y vaya que las hay de gran valía y calidad humana.
En la ciudad, el campo, la playa. Mujeres de carácter, bravías, trabajadoras, de lucha, mujeres amorosas, de entrega, mujeres revolucionarias. Allí están el estudio, en el deporte, el altruismo, la cultura, en el activismo político y social.
Desafortunadamente Rosarito sigue muy rezagado en reconocer mejor a sus mujeres y darles el lugar que se merecen. He allí el gran reto que tiene la maestra de piano y primera alcaldesa de Playas de Rosarito, Mirna Cecilia Rincón Vargas, quien por cierto se ha rodeado de buen número de estas valiosas mujeres. Va por Rosarito.
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