Cuando se habla de violencia e inseguridad pública, hay quienes advierten que : “somos más los buenos”.
Entonces, tendríamos que reconocer que no siempre los más, pueden más que los menos. En política, para ser concretos. Es una excepción.
En los comicios, son muy poquitos los que acuden a votar. Cuando mucho, un 30% acude a las urnas. Baja California es una de las entidades con mayor ٌíndice de abstencionismo.
Son muchos los bajacalifornianos, que están hartos de los políticos tradicionales. Pero no obstante ese hartazgo, el día de los comicios, la flojera no les permite hacer un esfuerzo, para influir en las decisiones electorales.
Dejan esa responsabilidad en unos cuantos. Dirán que es responsabilidad cívica. Digan lo que quieran, pero el día de las elecciones, hacen a un lado la flojera, dejan para más tarde, el partido de futbol o beisbol, posponen para otro día el paseo al parque o a las playas, y acuden a votar.
Esos que si van a las urnas, independientemente de por quien voten, es lo que se conoce como “voto duro”. Son pocos, el 30% de los electores, pero votan.
Para este proceso electoral, la lista nominal de Tijuana, la integran 1 millón 286 mil 842 electores, de los cuales, tradicionalmente, votan solamente el 30%, o sea poco menos de 400 mil electores.
Irónicamente, el 70%, o sea poco más de 700 mil electores, sin mover u solo dedo, son los que deciden, quienes gobernarán la ciudad, al dejar el paso libre a unos pocos, que voten por el partido de sus preferencias. Y no siempre responden a las políticas cobijeras. Pero en algo ayudan.
Veamos casos concretos. En los comicios del 2010, llegó a ser alcalde de Tijuana, el priísta Carlos Bustamante Anchondo, con 177 mil 666 votos, que fue el 47.32% de todos los que votaron.
En segundo lugar, quedó el panista Carlos Torres Torres, con solo 159 mil 530 votos, o sea el 42.49% de los votos. De ese tamaño fue el llamado voto duro del blanquiazul y el tricolor. Parece que le quedó grande el saco, pues ahora se conforma con aspirar a ser diputado por el Distrito XIII.
En los comicios de 2013, el priísta Jorge Astiazarán Orcí, logró la alcaldía de Tijuana, con 198 mil 714 votos, o sea el 49.28 de los votos, dejando “tirado en la lona” al panista Alejandro Monraz Sustaita, quien obtuvo solamente 175 mil 054 votos, o sea el 43.42 % de los que votaron.
Las expectativas para los comicios de junio de 2016, no son nada buenas para los panistas. Concretamente para Juan Manuel Gastélum Buenrostro. El llamado “voto duro” del panismo, no solamente ha ido decreciendo, sino que en esta ocasión habrá otros factores adicionales, que presagian derrota.
En primer lugar, la separación del panista, Héctor Osuna Jaime, como candidato a alcalde del Partido de Baja California, sin duda alguna le restará votos a “El patas”.
En segundo lugar, la participación del también panista, Gastón Luken Garza, como candidato independiente, también le quitará votos al candidato del PAN.
En tercer lugar, el debut en política, del militar en retiro y exjefe policiaco Julián Leyzaola Pérez, le restará votos, tanto al PAN como al PRI.
En cuarto, doña Carolina Aubanel Riedel, como candidata independiente, respaldada, principalmente, por el equipo del exalcalde priísta, su exesposo Carlos Bustamante Anchondo, afectará un poco el voto duro priísta. No tanto, por el peso de la sombra de la desaseada administración del empresario. Pero le restará.
Estos factores, aunado al hastío social respecto a los políticos tradicionales, que cada día aumenta, no permite adelantar posibles triunfos o derrotas.
Podría decirse que el priísmo enfrenta esta contienda, más completo que el panismo. La decisión estará, definitivamente, entre el panista Juan Manuel Gastélum Buenrostro y el priísta René Adrián Mendívil Acosta. Depende quien tenga a su favor, mejor voto duro. Son pocos, pero deciden.
Es una ironía, los políticos tradicionales, basan sus esperanzas de triunfo en el voto duro de sus partidos, que en conjunto son menos del 30% de la lista nominal de electores. Los independientes, tienen el reto de motivar y ganarse la simpatía del 70%, los apáticos o flojos, que no acostumbra acudir a las urnas.
Las expectativas son enormes, pero los actores políticos no parecen ser motivo suficiente para que los electores acudan a las urnas, en esta ocasión.
Evidentemente, el triunfador absoluto de estos comicios, lo será el abstencionismo. El voto duro, cada día se hace más pequeño y se pulveriza, con la participación de tantos partidos políticos y tantos aspirantes a la alcaldía de Tijuana.
Todo indica que una vez más, los pocos serán los que decidan. Y sin mover ni un solo dedo. Lo peor.
gil_lavenants@hotmail.com
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Señor a usted se le desborda el priismo en cada palabra y cada desafortunada aseveración, como esa que da risa, de que la elección está entre el patas y el Mendivil, por el amor de Dios. Dese usted una vuelta por las redes sociales (asumiendo que ha escuchado hablar de ellas) seguro es que los votos duros (como usted) desconocen del tema, y ojalá fuera lo contrario porque créame señor: la gente ya decidió su voto.
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