La experiencia y decepciones de los aspirantes a puestos de elección popular, que han tenido aquellos que pretenden participar en este proceso electoral, en Baja California, por la vía de los independientes, ha demostrado, que en política, no bastan las buenas intenciones, se requiere técnica, planeación, sistema. Lo que se conoce como logística.
La logística, es el conjunto de medios y métodos necesarios para llevar a cabo la organización de una empresa, o prestación de un servicio.
No es lo mismo competir contra organizaciones políticas, que tienen una estructura y amplia experiencia en materia electoral, que personas en lo individual, sin organización alguna, pretendiendo hacer las cosas a su leal saber y entender.
Los aspirantes a ocupar puestos de elección popular, por la vía de los independientes, de primera intención, observaron que uno de los principales obstáculos, para lograr su participación, sería el reunir el número de apoyos ciudadanos, exigidos por la legislación electoral.
Los candidatos a munícipes, tendrían que reunir, el 2.5% del padrón electoral del municipio al que aspiran gobernar.
El padrón electoral de Tijuana, es de 1 millón 302 mil 558 electores, y para ser alcalde de este municipio se requieren 30 mil 703 firmas.
El padrón electoral de Mexicali, es de 745 mil 701 electores, y para ser alcalde de este municipio se requieren 17 mil 640 firmas.
Ensenada, tiene un padrón electoral de 373 mil 085 electores, por lo que ahí se requieren 8 mil 809 firmas.
Playas de Rosarito tiene un padrón electoral de 86 mil 231 electores, y el mínimo requerido es de 2,012 firmas.
Y el municipio de Tecate, cuyo padrón electoral es de 81 mil 177 electores, se requieren como mínimo 1 mil 930 firmas.
Se miraba muy alto el obstáculo. Y poco el tiempo para lograrlo.
Evidentemente, los aspirantes a munícipes, en especial los de Tijuana, se desesperaron. Se trataba de reunir 30 mil 703 firmas o apoyos ciudadanos. Sin equipo o estructura humana y sin recursos económicos para contratar personal, para hacer la tarea, recurrieron a su imaginación y al apoyo voluntario.
De ahí pues que en su desesperación por cumplir o alcanzar la meta, dentro del tiempo establecido para ello, incurrieron en errores o fallas de logística.
Fue impresionante que, en tiempo y forma, los tres aspirantes a munícipes o a alcalde de Tijuana, no solamente lograron reunir los apoyos ciudadanos requeridos, sino que rebasaron el número. Supuestamente.
Gastón Luken, presentó 46 mil 629 apoyos ciudadanos; Carlos Atilano Peña logró 40 mil 722 y Carolina Aubanel Riedel 36 mil 521. La obligación eran solamente 30 mil 703. Así es que, en principio, resultaba sorprendente lo logrado.
Sin embargo, al revisar la documentación, las autoridades electorales encontraron que había truco. De ahí que, de los 3 aspirantes por Tijuana, solamente logró acreditar Gastón Luken garza.
Esto generó malestar entre ellos e incluso se especuló que había valores entendidos y la obvia intención de favorecer a Gastón, quien, por cierto, ya registró formalmente su candidatura.
El Instituto Estatal Electoral, tuvo que salir a precisar las razones por las cuáles, de entrada, Carolina y Atilano, no pasaron esta etapa.
La documentación relativa a los apoyos ciudadanos, presentaba múltiples irregularidades o errores, que ocasionó la anulación de 2,500 apoyos a Gastón,
A Carolina, le descontaron o invalidaron 2 mil 590 cédulas de apoyo ciudadano.
La mayor afectación, fue a Atilano, con un total de 11 mil 855 apoyos ciudadanos.
Con los apoyos ciudadanos cancelados, obviamente, Carolina y Carlos no recibieron la acreditación para ser considerados candidatos
independientes.
Claro, se inconformaron. Y están por resolver, las autoridades electorales.
Sin embargo, todo indica que será difícil que ambos pasen esta etapa. Se encontraron apoyos duplicados, credenciales electorales de otras entidades federativas, o municipios, o simplemente no localizadas en el padrón electoral.
Del total de los presentados, a Gastón le reconocieron solamente 34 mil 500 apoyos, a Carolina 28 mil y a Atilano 25 400. Les pedían 30 mil 703.
Tratando de dejar a salvo el nombre de los aspirantes, podría decirse que las fallas o errores, no fueron de mala fe, sino de logística. No tuvieron la precaución de capacitar a los recolectores de firmas o apoyos ciudadanos. Con los apuros, “se les hiso bolas el engrudo”.
Pero, en fin, la experiencia es interesante. Tienen tiempo para prepararse, a fin de que en las siguientes elecciones, les salgan mejor las cosas.
Aunque, más allá de los aspectos técnicos de organización o logística, lo que más afectó el movimiento de independientes, fue la soberbia de los protagonista, que les dividió y desarticuló o desarmó el hartazgo ciudadano. El tigre social se transformó en un manso gatito.
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gil_lavenants@hotmail.com
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