El 29 de abril, del año en curso, en la Casa de la Cultura de la Legalidad, ubicada en la Tercera Etapa de la Zona Río Tijuana, ocurrió un incidente absurdo y bochornoso, protagonizado por el Gobernador Francisco Vega de la Madrid, el que dice gobernar con el corazón, y un polémico panista, José Valenzuela Montañez.
Fue durante un receso del Foro de la Cultura de la legalidad, denominado “Por un Servidor Público Responsable”, cuando los asistentes hacían fila para que les entregaran comida. No estaba programada la visita de Kiko, o de haberlo estado, simplemente llegó tarde.
El caso es que, tratando de aprovechar la ocasión, el Gobernador, además de saludar y felicitar a organizadores y asistentes, decidió tomarse fotos con ellos y darles un mensaje. Como era lógico, resaltó la importancia del evento, y exhortó a empleados de base y de confianza, ahí presentes, a capacitarse, a procurar ser mejores y brindar un servicio adecuado al público.
Entonces, uno de los empelados ahí presentes, o sea Valenzuela Montañez, a bocajarro le dijo : “pero hay que ser congruentes”.
Sorprendido, Kiko volteó para saber quien era el atrevido que le hacía tal señalamiento. Obviamente, mostró su desagrado, sobre todo al identificarlo. Valenzuela, integrante de la llamada corriente crítica del PAN, es considerado como “una piedra azul”, en el zapato de los panistas.
No obstante su visible enojo, Kiko siguió con su rollo. Valenzuela le volvió a decir : “pero hay que ser congruentes”. Vega de la Madrid volteó a verlo, con “ojos de pistola”, aunque continuó con su mensaje. El personaje, insistió en su interpelación. Por una tercera ocasión, le dijo : “sí gobernador, pero hay que ser congruentes”.
Entonces, el “carismático” Vega de la Madrid, rojo de coraje, dirigiéndose a Valenzuela, le advirtió, iracundo, amenazante : ¡Mañana, ya no tienes trabajo! ¡Mañana, ya no tienes trabajo! ¡Mañana, ya no tienes trabajo!
Cuenta Valenzuela, que le respondió : “está bien, nomás págueme lo que me deben”. Como niño emberrinchado, Kiko le amenazó : ¡desde mañana, vas a estar en otro lado! ¡mañana, vas a amanecer en otra parte!
Si hubo promesas de campaña, que incumplió, la amenaza del Gobernador no tardó mucho en hacerse efectiva. Unos tres días después, se fraguó y maniobró para retirarlo del empleo, en la Secretaría de Desarrollo Social, a cargo de Ricardo Magaña Mosqueda.
Quienes tratan de encontrar una explicación, y justificación, a tal incidente, y sobre todo por la reacción del Gobernador, observan que posiblemente fue, porque Kiko no conoce el significado de la palabra congruencia. A la mejor pensó que era una palabrota.
Otros, en cambio, advierten que Valenzuela no le dijo nada fuera de lugar, que Kiko realmente es incongruente. Que tal vez ocurrió aquello de que “la verdad no peca, pero incomoda”.
Y efectivamente, Kiko es incongruente. Dice una cosa, y hace otra, totalmente distinta.
Tan congruente es, que siendo Gobernador de Baja California, recientemente se reveló que invertirá sus recursos personales, en Baja California Sur. En la construcción de una moderna marina.
Tan congruente es, que la organización del evento, en el que tuvo el incidente con Valenzuela Montañez, dizque para promover la ética y la legalidad entre los empleados y funcionarios de gobierno, estuvo a cargo de Manuel González Reyes, delegado de la Oficialía Mayor del Gobierno del Estado, en Tijuana.
El mismo que en dicho foro, les advirtió, que quien traspase el marco de la legalidad, en la función pública, será objeto de las sanciones correspondientes y la aplicación de la ley. “Queremos –les dijo- funcionarios éticos, porque esto es para funcionarios con vocación de servicio, es un gobierno de la gente y para la gente”.
Pocos se dieron cuenta, que, al decir eso, a dicho funcionario le empezó a salir un hilillo de sangre, de la boca. En su afán por parecer sincero, se mordió la lengua.
Kiko debe saber, y por ello Valenzuela le reclamaba que fuese congruente, que el citado funcionario de Oficialía Mayor, durante el último año de la gestión del alcalde panista Jorge Ramos Hernández, junto con su hermana Elia Rosa, y otros funcionarios municipales, resultaron involucrados en hechos, en base a los cuales deberían estar en la cárcel.
Ofrecían apoyos a organizaciones no gubernamentales. Les pedían facturas para hacer las gestiones correspondientes. Efectivamente lograban los recursos, pero los beneficiados recibían solamente una mínima parte. Un caso concreto, fue el de la organización denominada Club de la Amistad, Prosperidad y Alegría, A.C. Le gestionaron un millón de pesos y apenas si le entregaron 32 mil pesos. El resto, se quedó en el camino de los gestores.
El columnista hizo referencia a tales hechos, aquí en Palco de Prensa, el miércoles 17 de abril del 2013, bajo el título “Maquinaciones azules”. Entonces observaba, que esto no eran “leyendas urbanas”. Hubo denuncias ante el Ministerio Público. Así es que Valenzuela Montañez, tuvo razón, al pedirle o decirle a Kiko, que sea congruente. Lo dicho, la verdad no peca, pero incomoda.
gil_lavenants@hotmail.com
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