Por Gerardo Díaz Valles
El Problema con los gobiernos, independientemente del color, estoy pensando en los de Acción Nacional, es que nos siguen quedando a deber a los ciudadanos.
No aprenden de sus errores, de las lecciones del pasado, ni aplican reingenierías en sus políticas y caen en los mismos vicios de gobernar al contentillo y necesidades sobre el camino, de las presiones coyunturales.
Los gobernantes, una manera pasmosa, se apartan de sus bellos principios de doctrina, por lo que el ciudadano común no logra distinguir unos gobiernos de otros, “todos son iguales”, pues las practicas malsanas de la política en general abundan, el mal sigue allí enraizado, la política apesta a podrido.
En el caso de Rosarito, la cosa no es mejor y es hora que no sabemos quien gobierna aquí con todo respeto a las personas de color serio, cuentome entre ellos, el actual gobierno municipal es una “Cena de Negros”. Los propios panistas debajo de la mesa “se pegan hasta con la cubeta” y paulatinamente se van haciendo pedazos. Bueno ni para los números son buenos, como no sea para engordar sus negocios amasados desde las esferas del poder a beneficio de unas cuantas camarillas, grupos bien identificados con nombres y apellidos. Para muestras el botón del endeudamiento de 400 Millones de Pesos que el hotelero Hugo Torres le cargo al municipio y ahora con su mismo equipo financiero metido de nueva cuenta con el Licenciado Silvano Abarca. Nótese que el viejo Torres, también quiere a toda costa tener el control de la Seguridad Publica, del Turismo y los organismos para-municipales. Hoy el Secretario de Administración y Finanzas, Juan Carlos Romero Sapiens, de nueva cuenta en ese cargo, confirma que la administración silvanista va por un endeudamiento mas para Rosarito. Con tecnicismos de banqueros mezquinos y usureros, con subterfugios, vericuetos del lenguaje o manejos enredosos de los términos, nos “endulzan el oído”, y nos dicen que es factible y hasta necesario este nuevo endeudamiento, que todo estará bien, que no habrá problema. Sin contar con los estudios, planes y proyectos que a mediano y largo plazo que se supone elaboran organismos empresariales como el CCE o el CCEDER, para “decirles a los gobiernos en turno” cuales deben de ser las prioridades en gastos, obras e inversión para un crecimiento integral, armonioso y sustentable del municipio. Nada más falso que esto, cuando los titulares de dichos organismos, y los funcionarios de esas áreas, no solo se doblegan y someten a los designios del gobernante en turno y el cacique de siempre, peor aún, nos confirman que se vieron en la necesidad de rodearse de una cauda de asesores de membrete. Estos “funcionarios” a su vez subcontratan los servicios de gestores de recursos, asesores de imagen, despachos de diseño, técnicos y demás especialistas en todas las áreas. “Es lo más normal en todo gobierno”, nos dice con todo desparpajo el Secretario de Administración y Finanzas del Ayuntamiento. Por lo que el pueblo se sigue preguntando entonces, para que carajo llegan los mismos al gobierno, cuando es hora que las áreas sensibles como el de la seguridad, el turismo, las mejoras en los servicios, la reparación de vialidades, le sigue llegando a la ciudad a tirones y cuentagotas. Le siguen quedando a deber estos gobiernos de alianzas engañosas, mas apegadas a sus acuerdos cupulares, a cumplirle a aquellos con quienes hicieron sus compromisos. Los amigos, los aliados de siempre, esos que se la rifaron en serio para impulsar a Silvano Abarca, esos tontos pueden esperar. Es lo más normal en la sucia política que nos montan cada cierto tiempo. No pasa nada.
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