Por Gilberto Lavenant
Los aires provenientes del centro del país, siguen amenazando con provocar fuertes tormentas políticas en Baja California, hacia los comicios de julio del 2013 en que se renovarán la gubernatura, las cinco alcaldías y la legislatura local.
Los políticos bajacalifornianos están al pendiente del mínimo de los movimientos, tratando de adivinar lo que habrá de suceder. En especial los priístas.
Los panistas, que ya casi tienen resuelta su candidatura para la gubernatura, están preocupados ante la posibilidad de que el CEN del PAN decida ceder a las propuestas de alianzas con el PRD, pero bajo la condición de llevar como candidato al exdiputado federal Gastón Luken.
Los escombros de dos partidos, se juntan para atajar lo que se pensaba era un simple fantasma en Baja California, luego de 24 años de gobiernos panistas. Pero la derrota presidencial, aunada al fracaso electoral del 2010, cuando el PAN perdió las cinco alcaldías y la mayoría en la legislatura estatal, hizo crecer los temores del retorno del priísmo.
Y como en esta entidad, lo único que queda al panismo lo es la gubernatura estatal, en su desesperación por retenerla, seguramente no dudaría en sacrificar a sus “gallos” para lograr ir en alianza con los perredistas en estos comicios.
Casi lo mismo ocurre en los ámbitos priístas. Siete u ocho aspirantes para una sola posición, enfrentan al PRI al riesgo de una seria fractura entre sus militantes. Pareciera que el tema ya está resuelto, dada la proyección que ha logrado el diputado federal Fernando Castro Trenti. Sin embargo, hay seis o siete más que siguen presionando.
Los dirigentes priístas, manejan el tema con el mayor de los cuidados. Cual si fuese de cristal. No se atreven a validar a uno o a otro, por temor a un rompimiento. Pero los tiempos se acaban y deben tomar una decisión en cualquier momento.
Mientras tanto, solamente detalles genéricos se han dado en torno a la identidad del presunto “tapado” priísta. Las entrevistas de los dirigentes nacionales, o de cualesquiera de los prtensos, son esperadas con cierta esperanza de ver reflejadas en ellas mayores indicios clarificadores.
El pasado miércoles, César Camacho Quiróz, líder nacional del PRI, en una entrevista con diversos medios de difusión, dedicó bastante tiempo para hablar del tema. Lo único que le faltó, fue mencionar el nombre del priísta que será el postulado a la gubernatura de Baja California.
Tratando de obligarlo a revelar la identidad de quien será el candidato priísta a la gubernatura de esta entidad, los periodistas preguntaron a Camacho Quiróz : -Oiga, y hablando del proceso electoral, ¿cómo se va a elegir al candidato en Baja California?
El priísta respondió, lo que los bajacalifornianos ya saben, que serán los delegados que asistan a la convención del Consejo Político Estatal del PRI.
Luego le recordaron que son siete los precandidatos a la gubernatura de Baja California, como advirtiéndole de las dificultades para escoger a uno de ellos.
Entonces Camacho anunció que el miércoles de la próxima semana estará en Baja California la dirigencia nacional, para avanzar en la toma de decisiones al respecto. Les dijo, algo que tomó por sorpresa a muchos, que los aspirantes suscribieron un convenio, en el que se comprometieron a respetar la decisión que se tome.
Hubo algunos de los aspirantes, que afirmaron no haber suscrito nada. Pero reconocieron que están advertidos de
que deberán acatar la decisión que se tome. Que les guste o no les guste, deberán disciplinarse.
Otra entrevista, la aparecida ayer, en el portal del periódico Milenio, con el diputado federal Fernando Castro Trenti, uno de los más fuertes aspirantes priístas a la gubernatura de Baja California. De la entrevista, vale la pena rescatar lagunas partes. La primera de ellas, cuando refiere las dificultades enfrentadas por los priístas durante 24 años de gobiernos panistas.
“En el PRI de Baja California –dice- luchamos 23 años por recuperarnos. Generalmente les debíamos, a malas decisiones del centro, las diferencias, pleitos internos. Pero nos mal ayudaban, Después de mal ayudarnos, perdíamos, nos dejaban y nos quedábamos nosotros sólos. Al día siguiente, a barrer, a limpiar, a levantar los cristalazos, a volver a empezar”.
A esto agrega que los priístas bajacalifornianos “Luchan contra la adversidad y aborrecen el centralismo” y que “Luego, allá creen que pueden pensar por nosotros”. Parece que el reclamo se quedó entre dientes.
Y la pregunta a bocajarro : -¿En estas elecciones no cree que haya centralismo ? Y responde : -No creo. No, mira, yo no creo. Yo estoy convencido de que el país ha cambiado. Antes, como antes. Hoy los mexicanos somos más maduros, aprendimos mucho más las cosas.
Después, hace una referencia que se presta a comentarios, bromas o sarcasmos : -Luego, hay gente que se mete a la política, que no es política, que no es político, y dá pésima imagen ¿no? Entonces, si nos miden por esos raseros…No, no, espérate, espérate, aunque somos del mismo barro, no es lo mismo basin que jarro. Obviamente tratando de evitar reclamos, manifestó q ue respetaba a todos los aspirantes. Incluso a Hank Rhon.
gil_lavenants@hotmail.com
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