Por El Talivan
* Escenario político: Atroz y nauseabundo para cualquier conciencia medianamente ética es lo que está pasando en Playas de Rosarito, con una administración que se ha caracterizado por la ineficiencia, la corrupción, el nepotismo, el abuso de poder, la impunidad, la inmoralidad y los compadrazgos, entre otros males, lo que ha llenado de remordimiento y vergüenza a muchos rosaritenses que dieron su voto de confianza para que Javier Robles Aguirre fuera su presidente municipal.
Tal parece que es cierto el vaticinio de que en este segundo año de gobierno, “Llegó la hora de los buitres”, para disputarse las migajas del poder entre un reducido grupo de funcionarios allegados al “Tito” que se consideran “Todos Somos Familia”. Es de todos conocidos que fueron pocas las obras y de mala calidad las que se ejecutaron en el primer año de gobierno, porque la maledicencia pública dice que varias de ellas nos las autorizó el sindico procurador, Roberto Perales Sánchez, al pretenderse dejarlo fuera de la jugada para que no recibiera su correspondiente comisión del diez por cierto, lo que en cierta forma llegó a molestar al mismo alcalde, su compadre, pero con el que ya se ha acostumbrado a perderse los fines de semana para irse a La Paz, en plan de visita a las “compañeras sentimentales” que por aquellos lares tienen, una ya hasta con un hijo, mientras que los viajes de negocios se cuecen aparte. Lo que ha trascendido entre la clase política rosaritense es que mientras los principales responsables de la administración municipal han descuidado el ejercicio de su función, con retrocesos en todas las áreas, los gobiernos federal y estatal preparan una embestida política y fiscal contra el V Ayuntamiento, por recursos no aprovechados, mala planeación en obras y otras múltiples irregularidades, de lo que hay un puntual seguimiento, por lo que no solo habrá sanciones, sino que también serán exhibidos por la guerra política que se avecina. Por cierto, con sarcasmo se comenta entre ingenieros, arquitectos y empresarios constructores, que el “Tito”, “El Perales” y Mauricio “El Guicho” Aguirre se pelaron los ojos cuando se enteraron que sería el Gobierno del Estado el que se encargaría de la obra de pavimentación del bulevar Benito Juárez, en donde se aplicará una inversión de 60 millones de pesos, de tal forma que se quedaron con las ganas de cobrar el “diezmo”, todo porque el dinero ya viene etiquetado. EL SÍNDICO, OTRA VEZ. A marchas forzadas siguen los trabajos para la instalación de una nueva gasolinera en la colonia Lucio Blanco y lo que ha trascendido entre algunos regidores (otra cauda de ineptos), es que el sindico la anda haciendo de vulgar “coyote” para agilizar los trámites y que el negocio empiece a operar lo más pronto posible, pues presuntamente existe el compromiso de los inversionistas, de convertir al sindico en socio, de quien también se dice que anda hasta en cierta forma preocupado por un posible escándalo que no tarda en estallar, luego de que uno de sus hermanos que trabaja en la Dirección de Regulación Municipal, se metió en un lio de faldas. SE FUE “TRACALINO” ZAVALA. En la estructura administrativa del gobierno municipal quedó acéfala la Secretaría General de Gobierno, luego de que Catalino Zavala Márquez presentó su renuncia para poder registrarse como precandidato a diputado federal por el octavo distrito. En este tema, queda claro que al ensenadense, Juan Loperena Núñez, no le darán ese cargo, primero porque a estas alturas ya no le convendría, y segundo, el Grupo Político Traidor, al que tanto ayudó para que se ganara de nuevo la Presidencia Municipal, no lo quiere y los motivos solo ellos lo saben, aunque él también. Con eso de la salida del “cholo de quinta” de la Secretaría General de Gobierno, en los últimos días se manejó el nombre de Antonio Serret Rodríguez, uno de los más corruptos e inmorales de los regidores, para ocupar esa posición. Conocida de sobra su desmedida ambición por el dinero fácil (a poco no Antonio Macías), se dice que no se descarta la posibilidad de que el alcalde (otros compadres) se decida por darle el nombramiento, con lo que tendría todo a sus anchas para acelerar la apertura de dos burdeles, con prostitutas de importación, drogas y toda la cosa, que estarían ubicados por el bulevar Benito Juárez. Y como se trata del “Año de Carranza”, Serret Rodríguez tiene sumo interés por ser secretario general de Gobierno, con el fin de sacar adelante varios de sus turbios negocios, entre ellos un panteón privado, de lo que ya recibió un adelanto en diciembre, una parte de la cual repartió a dos regidores, del PRI, hombre y mujer, para que no haya duda, además de la adquisición de equipo para la Policía Municipal, la transferencia de permisos del transporte, faltando varios más. QUE SE VA EL MAYOR. Intensa es la presión política que se ha estado ejerciendo en las últimas semanas en contra del Mayor retirado del Ejército, Magdaleno Vásquez Luis, para sacarlo de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal. Fiel a los principios de honor, lealtad y disciplina, este militar lo ha dicho en público y privado, está en ese cargo por órdenes del General de Brigada, Alfonso Duarte Mújica, comandante de la Segunda Región Militar, aunque también se sabe que podría renunciar a su cargo en los próximos días por motivos de salud y familiares. Lo preocupante es saber quien sería su sustituto, otro militar o un civil, porque no hay que olvidar que por muchos años, sobre todo durante tres gobiernos panistas, Playas de Rosarito se convirtió en un seguro refugio de narcotraficantes y en la “caja chica” del narcotráfico. Lo importante ahora es la permanente presencia de personal de inteligencia militar que lo está checando todo. QUE SE VAN OTROS FUNCIONARIOS. Como el espacio se acaba, nos despedimos no sin antes decirles a nuestros cuantos lectores de esta humilde tribuna que a partir del 28 de febrero habrá una serie de cambios en el Ayuntamiento. Se da como un hecho la salida de José María Lozano Rodríguez, Secretario de Administración y Finanzas, otro de los “trácalas” que está haciendo buenos negocios en Rosarito, junto con su secuaz, Ramón Castorena Morales, que la hace de aviador en el Ayuntamiento de Tijuana. Se confirma además que pronto se irá el Oficial Mayor, Emilio Rodríguez Ibarra, que dejará la “víbora chillando”, con la transota que se aventó con la supuesta subasta en la venta de material chatarra con lo que se favoreció a un tal Roberto Proo Mendoza, de lo que en la próxima entrega daremos mas detalles. H.P.
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