lunes, 21 de noviembre de 2011

Palco de Prensa: El “dedo roto”

Por Gilberto Lavenant
El Partido Acción Nacional, que siempre se ha ostentado como “el inventor de la democracia”, ya estaba listo para designar a casi la mayoría de sus candidatos a diputados federales y senadores, para los comicios del 2012, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, dejó sin efecto el acuerdo que al respecto había tomado su Comisión de Selecciones. Sin misericordia, “le quebró el dedo”.


La intención, asentada en el correspondiente acuerdo, era la de designar candidatos a diputados federales, directamente, o sea por la acción directa del “dedo azul”, en 141 de los 300 distritos electorales de mayoría relativa y candidatos a senadores en 24 de las 32 entidades federativas.

Sin embargo, 1,455 panistas, que se sintieron desplazados y afectados por este “método democrático”, impugnaron el acuerdo y el Tribunal Electoral resolvió en consecuencia. Don Felipe Calderón, Presidente de México y jefe político de los panistas, se ha de haber sentido seriamente frustrado y adolorido, con el “dedo roto”.

Curiosamente, los panistas, que han sido severos críticos respecto de los métodos de selección de candidatos priístas, que muchas veces también han sido por parte del tradicional “dedazo”, ahora pretendieron hacer lo mismo, bajo el supuesto de que las condiciones de inseguridad, prevalecientes en el país, no les permitirían hacer precampañas, sin afrontar riesgos.

Más que la inseguridad, debido a la violencia, los blanquiazules habían decidido recurrir al “dedazo”, porque ante las desventajas que enfrentan, frente a los demás partidos, y ante el riesgo inminente de ser desalojados de la residencia presidencial en el 2012, querían tener la libertad de recurrir a la designación de ciudadanos destacados, de líderes sociales comúnmente ajenos a cuestiones partidistas.

Suele ocurrir que a casi todo personaje, destacado en las artes o en labores sociales, económicas e incluso deportivas, le seduce la idea de ostentar el poder público. La gente les ve con admiración, les reconoce atributos, pero no les imagina en la función pública. Y aunque ellos tampoco se ven ocupando cargos públicos en el futuro, cuando les presentan esa posibilidad, generalmente aceptan.

Por ejemplo, en Baja California, en ocasiones pasadas, se ha recurrido a postular como candidatos panistas, a personajes reconocidos en los medios de comunicación. No son políticos de carrera, no tienen afiliación a partido político alguno, pero el imaginarse retratados en carteleras publicitarias, mantas, folletos o desplegados periodísticos, les empuja a aceptar. A varios les ha resultado, aunque, salvo el beneficio económico que ellos han recibido, no reditúan beneficio alguno a la comunidad que supuestamente llegan a representar. La mayoría, prácticamente han pasado “sin pena, ni gloria”. Ninguno se convirtió en político de tiempo completo. Ninguno hizo carrera política.
Esto estropea bastante los planes calderonistas. No encuentra, entre los panistas, los suficientes elementos ganadores de contiendas electorales. Muchos de los que están en la función pública, o que han estado, se han desgastado, portan una imagen no del todo recomendable. Por eso la intención de buscar posibles candidatos fuera del partido.

Esta pobreza de recursos humanos, la padece el PAN de Calderón, hasta en los aspirantes a la candidatura presidencial. De los 7 iniciales, quedan 3 y de esos, no se hace uno. Por más que dicen y hablan, por más que pretenden asumir actitudes agresivas o amenazadoras, no logran despertar el interés y ánimos de los electores. Las encuestas lo reflejan, andan por los suelos.

Doña Josefina Vázquez Mota, se siente soñada porque ha rebasado a Santiago Creel. Para su desgracia, no tiene patrimonio político propio. Es Calderonista, aunque lo niegue. Difícilmente se podría quitar ese sello.

Cuando apenas surgían los supuestos aspirantes blanquiazules, quizás reconociendo que efectivamente la “caballada” estaba sumamente “flaca”, don Felipe habló sobre la posibilidad de recurrir a candidatos ciudadanos. Los pretensos ni siquiera se dieron por aludidos.

Quizás el ensayar con el método del “dedazo” en las postulaciones de candidatos a diputados federales y senadores, obviamente dependiendo de las reacciones que ello generara, permitiría al Presidente Calderón recurrir al mismo método, para la selección del candidato presidencial. Sin embargo, con el “dedo roto”, difícil sería que hiciera el intento.

Para su desgracia, los tiempos han cambiado, el antipriísmo se ha transformado ahora en antipanismo. Fueron tantos los excesos, las fallas y las frivolidades de los gobernantes panistas, que solamente 12 años bastaron para alcanzar el hartazgo de la ciudadanía, al grado de que los electores ya no quieren más de lo mismo y prefieren aplicar aquello de que “…vale más malo por conocido, que bueno por conocer”.

Lo que menos se imaginaba, Calderón, es que tendría que enfrentar de nueva cuenta a Andrés Manuel López Obrador. Más maduro, más sereno, con una estructura política mucho más sólida que la de su primer intento.

De paso, las grandes televisoras, y por ende los grandes capitales, han preferido apoyar a López Obrador, que a cualquiera de los aspirantes blanquiazules. La estrategia, o como diría alguien,”el plan con maña”, consiste en aparentemente ayudar al creador de Morena, para que gane electores, que en un momento dado pudiesen optar por el candidato panista.

El fuerte posicionamiento del cuasicandidato priísta, Enrique Peña Nieto, les permite arriesgar un tanto, permitiendo el fortalecimiento de la izquierda, a fin de desterrar a la derecha. Ni modo, don Felipe de Jesús se quedará con las ganas de usar su “dedo roto”. Todo indica que al despedirse de su sexenio, saldrá por la puerta trasera, por la que entró al asumir el cargo presidencial.

gil_lavenants@hotmail.com

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