miércoles, 7 de octubre de 2009

VIEJITOS PRESUMIDOS

Por Teresa Gurza
Hasta hace pocos años podía yo decir que una parte considerable de mis amigas y familiares mujeres, se había hecho cirugía plástica en una o varias partes del cuerpo.

Ahora debo incluir en la lista a muchos de mis conocidos hombres; y cuando los veo en fiestas y reuniones son los únicos que no me parecen amigos disfrazados de viejitos.

La cirugía los dejó un poco iguales a como eran; pero como con semblantes de chinos felices; o caras de velocidad, como si fueran motociclistas viajando a 100 kilómetros por hora.

Manuel mi hermano, que es muy gracioso, nos dijo en una ocasión: “miren en lugar de hacerse cirugías, aprendan a levantarse de sillones hundidos en menos de cuatro tiempos… porque de otro modo al que las ve pararse no lo engañan…”.

Y tiene razón; porque muchas veces, las caras de muchas y muchos, desentonan con su forma de levantarse y caminar.

Pero debo decir también que algunos de mis conocidos cirugeados han quedado tan bien, que hasta envidia me dan; y si no fuera por el miedo al quirófano, y los precios de esas operaciones, capaz que me las hacía.

Aunque cuando me da la tentación, recuerdo siempre la frase de mi madre: “hay que aprender a envejecer con dignidad”.

Pero por lo visto, en estos momentos la dignidad está en operarse de la cara o panza para no verse tan peor.

Eso pienso al ver la promoción que una nota de la Clínica Alemana de Santiago de Chile, hace en pro de las cirugías en la tercera edad.

En ella, la periodista Margarita Marambio explica que cada vez más la vida social o laboral exige verse joven.

Y que la difusión que a través de los medios se hace de estas cirugías, las convierte en algo no sólo habitual; sino casi necesario, para lograr satisfacción personal.

Además hay muchas personas de 60 años o más, que tienen vidas totalmente activas y vigentes; pero que el físico no las ha acompañado al mismo ritmo de sus vidas.

Y que es entonces, cuando llega el momento de decidirse por una cirugía para no sufrir una baja en la autoestima.

En Chile las cirugías más solicitadas por mujeres y hombres de 40 a 60 años, son las de aumento o levantamiento de las mamas; la lipoescultura que elimina llantas y la reducción de estómago.

Las más viejas se hacen cirugías de párpados y liftings para rejuvenecer rostros y papadas.

Y los hombres viejitos, presumidos y con lana, se operan los párpados; y se reducen pecho, abdomen, papada y la parte baja de la espalda.

Ellos no son muy afectos a operarse la cara, porque les es difícil ocultar las cicatrices con el pelo corto o por la calvicie.

Según los médicos, pasar de los 60 y tantos no es impedimento para hacerse una cirugía plástica; y dicen que eso está claramente demostrado.

Pero que lo que sí es cierto, es que las patologías que aparecen en la vejez como diabetes, hipertensión y obesidad, hacen que el riesgo que conlleva cualquier intervención quirúrgica, aumente.

Lo fundamental en estos casos es que al momento de decidir la operación, el paciente esté en tratamiento por esas patologías; a fin de facilitar el proceso postoperatorio y disminuir las complicaciones.

Los pacientes con enfermedades preexistentes no tratadas, deben primero hacer el tratamiento correspondiente; y volver después a someterse a una evaluación.

Y de plano no pueden ser operados aquellos enfermos que estén con tratamientos anticoagulantes; ni los portadores de enfermedades crónicas como insuficiencia renal, cardiaca, respiratoria o hepática avanzada y patología coronaria severa, con o sin infarto previo.

Tampoco se recomienda a aquellos que como yo, no estén enteramente convencidos del procedimiento; esto, porque es altamente probable que no queden satisfechos y que en cambio se les genere un sentimiento de frustración.

Esta rama de la medicina que es la cirugía plástica, ha tenido muchos avances tecnológicos; entre ellos la especialización de los médicos que las practican.

De todos modos es fundamental operarse luego de una evaluación, y hacerlo con profesionales experimentados y en lugares que tengan la infraestructura adecuada.

Si se anima, por favor me cuenta cómo le fue…

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