miércoles, 27 de agosto de 2008

Globalización: mejor “todos ganan”, que “toma todo”

Por J. Antonio Aspiros V.
Para mi hija Cora Patricia Aspiros Heras, por otra década de vida.
Para mi progenitor Fausto Aspiros Olivera, en sus 90 años.
El doctor Tomás Miklos tiene en Internet un extraordinario currículo que abarca más de 60 páginas, y lo hemos escuchado ya en dos ocasiones, suficientes para suscitarnos reflexiones poco optimistas.

En días pasados dictó una conferencia magistral, la enésima en su carrera, con motivo del 10° aniversario de la revista Proyección Económica 2020, que dirige el colega Raúl Gómez Espinosa. El tema: México ante la globalización.
Egresado de la UNAM, doctorado en la Universidad de París (Sorbona) y dirigente, investigador, consejero o asesor de universidades y organismos públicos y privados, este experto considera -fatalmente, diríamos- que “la globalización llegó para quedarse”.
En una acepción simplificada, se trata del “proceso de internacionalización de la política, las relaciones económicas y financieras y el comercio”. (Pequeño Larousse Ilustrado 2008). Pero, como recordó el conferencista, implica entregar parte del poder del Estado a los organismos multinacionales. Y, aunque esto no lo dijo, también significa renunciar a una buena porción de la soberanía, ese principio inmarcesible en la Constitución mexicana, que muchos pragmáticos ramplones consideran “trasnochado”.
Según el doctor Miklos, a los mexicanos nos falta identidad, esto es, sentido de comunidad nacional, y lo que debemos hacer para adquirirla es dar ese brinco que nos llevaría de ser habitantes, a ser ciudadanos.
Reconoció que el pueblo mexicano es muy creativo, pero en beneficio personal y no de la comunidad porque no existen políticas públicas que canalicen esa creatividad. Además, no hemos sabido pasar de las ideas -las de tantos pensadores extraordinarios que hemos tenido- a los hechos.
Y también sostuvo que México no es un país planeador, o más bien, que no se reflejan en la realidad, no se cumplen, los buenos contenidos del Plan Nacional de Desarrollo que cada gobierno federal presenta al inicio del sexenio. México, sentenció, se volvió un país pasivo, y sin embargo -esperanzado- advirtió que “éste es el momento en el que México debe actuar”. “Pasar a la acción” es el consejo que le escuchamos en las dos conferencias.
“Luchemos por un desarrollo inclusivo e incluyente”, fue otro de sus exhortos, y también que debemos “colgarnos del futuro”, el cual ve promisorio. Y para planear ese futuro, es útil conocer primero la historia. Y apoyarnos también en la prospectiva, fue su propuesta en la primera disertación.
Por ahora, recordó el expositor, estamos exportando petróleo barato e importándolo refinado. Pero según esta tendencia, pronto vamos a importar mayores cantidades de crudo, ¿y luego “de qué vamos a vivir?, ¿de remesas?”. “La liga se estira, y se estira, y se estira, y nadie pone el grito en el cielo”, agregó.
Y con ese mismo sentido coloquial, su consejo fue que si el juego -como en la pirinola- es de “todos ganan”, no podemos permitir el de “toma todo”.
La primera vez que escuchamos al doctor Miklos -abril pasado en el Club Primera Plana- su opinión fue que las estructuras política y económica de México se debilitaron a causa del Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, y para salir de esa crisis es necesario que los actores políticos y sociales se comprometan, como hicieron los japoneses cuando perdieron la guerra.
La charla de este erudito había iniciado con una alusión a la frase estudiantil de 1968, “Seamos realistas, pidamos lo imposible”, y nos recordó esa gran distancia que existe entre lo ideal y lo real; entre lo deseable y lo posible. Pero la esperanza permanece: la globalización, como todas las tendencias a través de la historia, terminará por irse; así se tarde. En beneficio de tantos marginados que nunca se verán favorecidos por ella.
Porque, como sostiene Susan George (La Mondialisation libérale), la globalización está destinada a concentrar riqueza y poder “en lo alto de la escala social”, y “cada día engendra más exclusión social”.
TEXTO PUBLICADO POR LA REVISTA ‘LIBERTAS’ EN SU EDICIÓN DEL 24 DE AGOSTO DE 2008.

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