lunes, 20 de febrero de 2012

Palco de Prensa: Gendarmes de lujo

Por Gilberto Lavenant
Cuando a los políticos se les atora algo, o bien tratan de presumir que harán el máximo de sus esfuerzos para resolver un problema o disipar dudas respecto de algo, recurren a la solución ideal para todos los males : crean un aparato, si es ciudadano mucho mejor, que por regla general denominan comisión.




Y los ciudadanos comúnes ycorrientes, al ver esto, pues ni modo, consideran que se están haciendo bien las cosas o al menos que se pretende mejorarlas. Ejemplos abundan.



Esta semana se instaló un aparato de esos en Tijuana. Se dice que es el primero de todo el país. Se le denomina Observatorio Ciudadano de Seguridad Pública. Se dice que su sola creación, supuestamente, mejorará los niveles de seguridad pública en la entidad.



El propio Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, quien tomó la protesta a sus integrantes, explicó que el objetivo de este organismo es el diseño, planeación, análisis, realización de estudios, investigaciones y propuestas relacionadas con la seguridad pública y prevénción del delito y además promover la participación de la comunidad en la políticas públicas sobre la materia. Solo le faltó decir que en sus ratos libres patrullarán algunas de las zonas más inseguras de la entidad.



Los autores de esta ideota –idea grande, pues- han de suponer que entre más organismos relativos a la seguridad pública, disminuirá la inseguridad y el alto índice de delincuencia. Si se trata de combatir al crímen organizado, han de decir, pues hay que organizarse. Sobre el tema, además de las dependencias federales, estatales y municipales, existen Comités Ciudadanos de Seguridad Pública en cada municipio, una Comisión Ciudadana de Seguridad Pública Estatal y ahora el Observatorio.



Sin embargo, llama poderosamente la atención, quienes integran este Observatorio. El Presidente lo es Felipe Cuamea Velázquez, Rector de la UniversidadAutónoma de Baja California, Fernando León García, Rector de Cetys Universidad, Carlos Alberto Serra Martínez, Rector de la Ibero, Navor Rosas González, Rector de la Universidad Politécnica de Baja California, y Tonatiuh Guillén López, Presidente del Colegio de la Frontera Norte.



¿Una comisión de seguridad pública, integrada por las máximas autoridades de la educación superior en la entidad ? ¿De qué se trata? ¿Qué acaso van a profesionalizar a todos los policías de la entidad e incluso a los delincuentes y malandros en general? Definitivamente algo está raro en todo esto.



Supuestamente con este Observatorio Ciudadano de Seguridad Pública, se mantendrá una vigilancia constante sobre el actuar de las diversas corporaciones de seguridad pública que operan en el Estado. Los mandones de la educación superior en la entidad, que seguramente casi ni trabajan, harán un espacio en sus agendas para ponerse a vigilar, revisar y opinar sobre la inseguridad pública. Esta es una ideota de enorme tamaño. Sin duda alguna.



Ciertamente hay otros integrantes en este Observatorio, como Gerardo Manuel Sosa Olachea, Coordinador Estatal de los Concejos Coordinadores Empresariales, José Carlos Vizcarra Lomelí, Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, Armando Rogelio Lara Valle, Director del Comité de Planeación Para el Desarrollo del Estado y Herman José López Frank, Presidente del Colegio de Abogados de Mexicali. Eso no basta para tratar de entender o explicar, la razón por la cual a la cabeza se coloca a los mandos máximos de las instituciones de educación superior. Definitivamente, algo anda mal.



Imaginen nada más, que ahora a alguien se le ocurra la ideota de integrar una Comisión Ciudadana Sobre la Educación Superior, con representantes de las diversas corporaciones policiacas. Puede ocurrir, no es ninguna exageración.



Aunque viéndolo desde un punto de vista positivo, podría decirse que los señores integrantes de este pomposo Observatorio Ciudadano de Seguridad Pública, aprovechen sus reuniones para tocar algunos temas o aspectos sobre la educación sueprior. Eso, en sí, sería una ventaja.



Para empezar, habría qué observar que la instalación del Observatorio Ciudadano de Seguridad Pública, fue un evento espectacular. Si les preguntan a los asistentes sobre la importancia de la instalación de este aparato, quizás duden antes de dar una opinión más o menos clara. Lo único que habrán de recordar son los nutridos aplausos, como en la mayoría de los eventos de este tipo : plap, plap, plap, plap.



Si bien es cierto que la seguridad pública, es un tema inherente a todos, en alguien debe caber el sentido común para advertir, observar o señalar, que los responsables de la educación superior en la entidad, tienen una enorme responsabilidad en sus manos, que es precisamente la educación superior.



Que es factible y positivo, que los centros educativos estén representados en este tipo de organismos, ni quien lo discuta, pero básicamente sus integrantes deben ser los dirigentes de los diversos colegios de abogados, en principio, quienes conozcan con mayor profundidad el tema de la seguridad pública y no las autoridades educativas, que ahora se ven convertidos en meros gendarmes de lujo. Dicho con todo respeto, qué ridículo.



Que los señores rectores entiendan que lo suyo, lo suyo, es la educación y que desde su campo de acción pueden hacer mucho para mejorar las condiciones de seguridad en la entidad. Pero de eso, a convertirse en observadores permanentes de las corporaciones de seguridad pública. Pareciera que carecen de sentido común y eso es preocupante, tratándose de quienes están al frente de las instituciones de educación superior.



Qué diferente sería saber que han covocado a foros de análisis y discusión sobre la educación a todos los niveles. Que revisen los índices de deserción escolar desde el jardín de niños hasta la educación superior. Que observen la nula vinculación entre las instituciones educativas y los centros de trabajo. Que opinen sobre la realidad deprimente de los trabajadores de salario mínimo. Si revisan esos temas, entonces sabrán que gran parte de la problemática de inseguridad pública, tiene ahí su raíz. Para gendarmes, ya hay muchos.

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