Finalmente se confirmo lo que tanto se murmura en los pasillos de la casa municipal, que quienes mandan en el gobierno local y dan las indicaciones de lo que debe de realizarse a la titular del ejecutivo del VII ayuntamiento, Mirna Rincón Vargas, son el dúo diabólico que circunda a la alcaldesa.
Y es que ayer, a través de un comunicado de prensa el gobierno municipal informó, que dando continuidad a la estrategia en materia de seguridad que la alcaldesa ha implementado a través de la operatividad de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), su titular, el Teniente de Corbeta Adrián Hernández Pérez, llevó a efecto cambios en los mandos de la corporación preventiva.
Agrega el documento, que la instrucción de la primer edil obedece a su deseo de brindar a elementos igualmente capacitados que puedan realizar su labor en beneficio de las familias rosaritenses, objetivando salvaguardar su integridad física, y por supuesto, el combate a la delincuencia en el municipio.
Los nombres que se plasman en el boletín son: Oficiales César Pedro Silva Ibáñez, quien ocupará la subdirección operativa, José Manríquez, Iván Muñoz y José Guillén Morrugares, quienes asumen el cargo de comandantes y se encargaran de la correcta operatividad en el municipio.
De estos nominaciones resalta la de quien ocupara la subdirección operativa, Cesar Silva Ibáñez, elemento que guarda mala imagen al interior de la corporación y mala fama pública al exterior de la misma, por las trapacerías cometidas y su protección a los malos elementos durante su gestión en esa misma posición durante la administración de Magdaleno Vázquez Luís, quien fuera director de la corporación al inicio de la presente administración.
Además, este elemento cuenta con procedimientos de investigación abiertos en la Sindicatura Municipal, razones por las que al arribar el actual titular de la policía preventiva, Teniente Adrián Hernández, lo retiró de la encomienda y lo mando a un punto fijo en el que ya no generará problemas a los rosaritenses.
Sin embargo, su relación afectiva y de intereses que guarda con el dúo maléfico que opera y deambula por las oficinas de la presidencia en el palacio municipal, ha sido el factor que logró que lo retornaran a la ambicionada posición a reanudar sus correrías y tener como base la encomienda, en espera de que sus asociados y benefactores le consigan la dirección de la corporación.
Durante semanas el dúo fue preparando el terreno para el regreso de su ariete a la subdirección operativa, para ello, buscaron y realizaron alianzas para obtener su fin, aunque tuvieran que compartir las sustanciales satisfacciones que Cesar Silva les genera, una de ellas fue con el Secretario General de Gobierno, Jorge Arévalo Mendoza, quien sin pensarlo se unió a la odisea y trabajaron soterradamente entorno a Rincón Vargas para lograrlo.
Y finalmente el día llegó, lograron que la primer edil asumiera la instrucción y ésta a su vez emitiera sus ordenes al director de la policía y Cesar Silva fuera colocado de nueva cuenta en la subdirección operativa, con el beneplácito de los operadores subliminales, que ahora se apoltronan en espera de las futuras cosechas que levantará su recolector, Cesar Silva.
De lo anterior se desprenden dos cuestionamientos, ¿la alcaldesa será beneficiada con lo que se coseche? y, ¿Dónde quedo la entereza del teniente Adrián Hernández al haber aceptado la imposición de Silva por parte de Mirna Rincón?.
Confiemos en que conoceremos las respuestas.
Y mientras tanto….
Gracias a una conciencia cínica y corrupta, el titular del ejecutivo estatal duerme plácidamente.
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