El diputado local con licencia por el Movimiento Ciudadano, Francisco Alcibíades García Lizardi es un sujeto que se ha hecho millonario al amparo de las siglas de ese partido, cuya franquicia en Baja California le fue otorgada por el dirigente nacional de esa agrupación, su compadre, el veracruzano Dante Delgado Ranauro a quien, por cierto, se ha dedicado a engañar y traicionar.
El cobarde y parasitario Alcibíades García regresó a Baja California, a su natal Mexicali, a mediados de los 90´s, con lo suficiente para vivir de manera holgada, luego de haber andado limpiando a su paso, el camino de Dante Delgado; la especialidad del ahora enloquecedoramente millonario, es andar dando lástimas y negociar a espaldas de quienes le han matado el hambre.
Hoy, el propietario de una cadena gasolineras en el Valle de Mexicali y beneficiario de millonarios contratos que ha firmado con el gobierno del estado, al amparo de la firma Racota, misma que ocupa para direccionar el producto de componendas con la administración estatal, así como con alcaldes, como el de Mexicali, Jaime Rafael Díaz Ochoa, Alcibíades enloquece, se desquicia y saca lo mejor de él: la cobardía.
Lo anterior viene a tema, porque por primera vez en casi dos décadas, ese sujeto pierde la oportunidad de vender candidaturas del Movimiento Ciudadano, lo que antes fue Convergencia, a consecuencia de que desde Tijuana y, con el impulso de la directiva nacional de ese partido, se empuja a una nueva corriente, progresista y transformadora, decidida a relanzar a su partido, para conducirlo a su objetivo principal, en su ámbito estatal, es encabezar presidencias municipales y diputaciones.
El mismo sujeto que hoy está en problemas por la incorrecta aplicación de más de 150 millones de pesos, del ayuntamiento de Mexicali, a través de su empresa Racota, junto con el alcalde de Mexicali, abrió un nuevo frente que le podría costar la carrera política, al enfrentar y jalonear a la diputada federal Cynthia Gissel García Soberanes, en su enloquecido empeño de imponer candidatos en los ayuntamientos y a las diputaciones de la zona costa bajacaliforniana.
El también ex senador por obra y gracia de Dante Delgado, se puso iracundo, energúmeno, cuando la diputada García Soberanes le aclaró los por qué, de llevar como candidatos a Antonilo Martínez Luna, Fidel Villanueva Ramírez y el luchador profesional Miguel Ángel Márquez, mejor conocido como Rey Misterio.
Lo que parecía un civilizado encuentro entre políticos, cambió de rumbó y alertó a los parroquianos que departían en el restaurante Rivoli del Hotel Lucerna, cuando Alcibíades empezó a alzar la voz y, cobarde como es, a jalonear a la legisladora federal.
Y casi lloriqueando como viuda infiel en el velorio, el diputadete local con licencia, juraba dar la vida por Movimiento Ciudadano, pero que por favor se le permitiera poner a los candidatos por él negociados, lo que rechazó la diputada García Soberanes.
Me dicen que en el lugar se encontraba, entre muchos otros comensales, la secretaria del Trabajo, mi amiga Juanita Pérez Floriano, quien saludó amablemente para frenar el altercado y acompañar a la diputada federal.
Creo que lo que ocurre al tal Francisco Alcibíades García Lizardi, es que está viendo morir su desprestigiado y cuestionado liderazgo que, para bien de Movimiento Ciudadano, están retomando un grupo de jóvenes políticos.
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