Por Gerardo Díaz
Que se lo pregunten a la gente, a los ciudadanos de a pie, los comerciantes, los ajenos a las patadas traperas del sórdido mundillo de la política en nuestro sufrido municipio. Está visto que la falta de coordinación y de compromiso en los mandos policiacos, permite que los maleantes hagan de las suyas a todas horas, sabedores de la falta de patrullas, de elementos capacitados, de las carencias de armamento de grueso calibre, pero sobre todo bien enterados de las grillas intestinas que se traen en el Quinto Municipio el Director de la Policía Municipal, Capitán Jorge Eduardo Montero Alvarez y su Comandante Operativo, el Oficial y Licenciado en Derecho, Raúl Javier Paredes Esquer.
En un pleito de pronóstico reservado que ya lleva meses, sin que al momento alguien imponga orden el orden y la disciplina apegados a la Ley, a la normatividad y al sentido común. No a base de caprichos y arranques viscerales, frustraciones, prejuicios y obsesiones personales de la máxima autoridad. No es humillando o denigrando públicamente a los Oficiales, ni denostándolos, mentándoles de la madre o descalificándolos a la ligera. Esto cuando un grupo de policías deciden libremente formalizar una asociación en defensa de sus legítimos intereses como Policías en busca de apoyo real para ellos y sus familias, para mejorar en su calidad de vida pero en los hechos y no solo en el discurso para la fotito del recuerdo. Solamente alguien trastornado de sus facultades, frustrado o fuera de sus casillas, se le ocurre pisotear la dignidad de sus subalternos, algo así como quien trata de apagar el fuego, arrojándole gasolina en vez de agua. Pese a que existe un bien ubicado grupo de aplaudidores oficiales sumisos a las instrucciones que les dicta el sempiterno cacique del pueblo, Hugo Eduardo Torres Chabert, muchos más son quienes critican los métodos, los estilos personales, pero sobre todo la falta de resultados en materia de seguridad para Playas de Rosarito de parte del ex militar retirado del Ejército Mexicano. Alguien deberá decirles a los encargados del área, que dejen de fallarle a los rosaritenses y al Presidente Municipal Silvano Abarca Macklis, quien clarito les recalcó que no trabajan para él, sino para los ciudadanos que esperan vivir tranquilos, sin sobresaltos. Hay que ser realistas, hablar con la verdad y señalar con todas sus letras a quienes en su empecinamiento e incongruencias, solo contaminan más el ambiente social y político de Rosarito. Van a dar los cien días del actual gobierno y es hora que no se presenta el Plan de Trabajo en Seguridad Publica, a menos de que el plan se reduzca a "chin*&^%-gar a todos los policías malos, sin preparación y carentes de toda la confianza del jefe". Alguien debe detener esta demencia, pues de seguir en esta tónica bipolar, maquiavélica, simplona, gorilezca y maniquea de la realidad, habremos de resignarnos a padecer mas hechos horrendos de alto impacto, como fueron las jovencitas "encobijadas" y toradas en un baldío al norte de la Ciudad, justo en donde ya se anuncia la construcción de una tercera comandancia de policía. La indignación, rabia y enojo de empresarios y comerciantes de Rosarito, llego a niveles insostenibles, tras la ejecución a "sangre fría" a manos de unos sicarios del integrante del Comisariado del Ejido Mazatlán Francisco Pablo Arce Mayoral, cuando salía de su residencia y como en otros casos, los rufianes se pelaron "como Pedro por su casa", casi en las narices de las autoridades encargadas de la paz y el orden.
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