Seguido me hacen la pregunta: pero quién es realmente Silvano Abarca Macklis?. Pronto caigo en cuenta que se muy poco: que es nativo del municipio de Ensenada aunque sus raíces familiares vienen de las zonas selváticas de los Estados de Guerrero y Veracruz, que estudió para abogado en la UNAM de donde acuña su modo de hablar, pausado, intelectual tipo izquierdoso guerrillero pero con acento costeño al arrastrar las eses y pegar las vocales con las pes.
Escuchamos diversas expresiones en torno a ese fenómeno llamado Silvano, el mismo que despreciaban tanto los actuales panistas perfumaditos y el que tanto temían los chabacaneros del PRI. Bien recuerdo los rostros desencajados ante la posibilidad de que se postulara. Aunque otros aseguran que la errática administración de los dos gobiernos del PRI, prácticamente le entregaron en bandeja la presidencia de nueva cuenta a los azules, ahora revueltos en una melcocha de alianza que apunta literalmente para una “cena de negros”, sin agravio del indicado. “Es un naco a quien no le entendemos el modo, no sabemos por que la gente lo sigue”, “Se la pasa de tentalichi”, “es un libidinoso”, “es un borrachote”, “Es un político que habla mucho y cumple poco”, me recalcan algunas de las mentes pudibundas y ultra conservadoras de un sector de Rosarito, por desgracia aun incrustada en puntos clave del gobierno. Efectivamente los detractores mas grandes casi siempre son los de casa. Y es que el fenómeno político que encarna Silvano, es digno de atención de propios y extraños, baste recordar que proviene de la llamada “Cuna de la Democracia” en México (“haiga sido como haiga sido”), y que por su forma claridosa, mustia e incisiva de decir las cosas, ligado siempre a Ernesto Ruffo, a Pablo Alejo López y otros panistas considerados en algún tiempo de avanzada, su estilo personal le ha valido ser relegado por algunos panistas también harto conocidos. “Es un mustio, es un ladino y un baquetón de marca”, “Un carbón bien hecho”, son otras de las expresiones que hemos colectado. Es un sujeto que solo habla mucho, que hasta pone su carita para decir que le interesa algún tema, pero que esa es precisamente su estrategia de “engañabobos”, que hay que creerle la mitad de lo que dice y la otra mitad hay que ponerle filtros (esta última no la entendí muy bien). Pero en aras de ser equilibrados, agregaríamos que también hemos escuchado o percibido que es un hombre bien intencionado. Una persona humilde que adora a su familia, que le gusta hacer reuniones en su patio (por donde se pasea un gato pinto y hay una imagen de la Virgen de Guadalupe al centro), un hombre maduro y medido, de gran corazón, a quien le gusta estar siempre alegre, hacer bromas de todo, incluso de sí mismo. Por esto es que consideramos le ha merecido una distinción muy aparte dentro de la desgastada fauna política, con tanto relamido, acartonado y exótico merolico. Total que sea como sea, Silvano Abarca tiene en sus manos la valiosa oportunidad de callarles la boca a sus no pocos detractores, también a los de afuera, de sacarse la espinita, aun cuando se encuentra rodeado de una bola de vivales (por algo será). Consiente y también de aquel conocido refrán que dice que “nunca segundas partes, fueron mejores”. Y que Dios nos bendiga a todos: Un venturoso 2014 para todas y para todos. Comentarios al gerdov00@gmail.com
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