MEXICO.- Los partidos de oposición pusieron trabas al decálogo de reformas políticas que el presidente Felipe Calderón envió al Congreso en diciembre.
PRI y PRD estuvieron de acuerdo en impulsar una reforma política, pero descartaron la propuesta del Ejecutivo, por ser una pretensión inviable.
Durante la inauguración del seminario de Análisis de la Reforma Política, en el Senado, la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, dijo que el decálogo de Calderón tiene un “tufo de autoritarismo” porque copia el modelo presidencialista de principios del siglo XX.
La idea de modernizar al Legislativo a partir de debilitarlo, “no es una fórmula correcta”, añadió.
En su intervención, alertó que uno de los problemas de aprobar candidaturas independientes, como propone Calderón, es que los llamados poderes fácticos tendrían acceso al poder.
“Vemos con preocupación una tendencia [del PAN] a partidizar la función pública en lugar de avanzar en la profesionalización, el servicio civil de carrera y una administración pública neutra”, agregó.
El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega, consideró necesario adecuar el régimen político, pero aclaró que el proyecto de su partido incluye crear un “órgano autónomo” para regular la agenda de medios de comunicación y la revisión “integral” de los órganos electorales.
Anoche, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, negó que la propuesta de reforma política del Ejecutivo federal sea autoritaria y consideró poco conciliatoria la postura del PRI en el sentido de que el gobierno rompe acuerdos al promover alianzas PAN-PRD.
Al inaugurar los trabajos de la reunión plenaria de los diputados federales del PAN, en Puebla, explicó que la propuesta calderonista no plantea una preponderancia del Ejecutivo sobre el Poder Legislativo, sino un incentivo para romper la parálisis política.
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