Por Gilberto Lavenant
Nadie lo podía creer. Fue algo realmente insólito : el General Alfonso Duarte Mújica, Comandamte de la Segunda Región Militar, acusó al Secretario General de Gobierno, Cuauhtémoc Cardona Benavides, de grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo. Poca cosa.
Las acusaciones las hizo, ante el propio Gobernador José Guadalupe Osuna Millán y teniendo enfrente al acusado, a quien llamó enérgicamente, para que no quedaran dudas de los señalamientos. Cardona, miraba y escuchaba con azoro los señalamientos.
Lo insólito, además de los calificativos y la situación bochornosa, es que estaban “al aire”. La escena fue proyectada por medio del canal oficial del Gobierno del Estado, apenas inaugurado en días pasados. Diversos medios lo han estado retransmitiendo, para hacer constar las dimensiones del incidente.
Esto ocurrió en el edificio donde se ubican las oficinas del Gobierno del Estado, en Mexicali, durante la cena que Osuna Millán ofreció para conmemorar el Grito de Independencia.
Definitivamente, Duarte Mújica, es un hombre “de armas tomar”. El motivo de su enojo, fue el hecho de que Cardona debió asistir, en representación del Gobernador Osuna Millán, al baile de gala del ejército, el 10 de septiembre, en la capital del Estado.
El militar se molestó, porque Cardona llegó con marcado retrazo y al parecer, también con marcados signos de embriaguez. Seguramente el funcionario olvidó que se trataba de un evento formal, organizado por militares, no por políticos.
El Secretario General de Gobierno, lo confiesa él mismo, llegó al evento militar, cuando ya había iniciado el programa oficial de apertura a la cena baile. Debido a lo inoportuno de su llegada, no se le permitió el acceso, para que ocupara el asiento destinado para el representante del Gobernador.
Quizás nadie se hubiese enterado de tales hechos, pero personajes indiscretos no quisieron guardar “el secreto” y lo confiaron a los periodistas. Ahora Cardona lo reconoce, porque no tuvo ninguna opción. Visiblemente molesto, aunque con un simple gesto y miradas “de fuego”, Osuna Millán le ordenó aclarar los hechos.
El funcionario estatal negó que hubiese llegado ebrio al evento militar, aunque no tuvo palabras para responder frente a los calificativos que le lanzó Duarte Mújica : grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo.
Para fortuna de Cardona, no está bajo el mando militar. De haberlo estado, hubiese sido degradado vergonzosamente y quizás hasta fusilado. Por ganas, no quedó.
Esta experiencia, bochornosa e indignante, puso en claro que milicia y política, son como el agua y el aceite. Se juntan, pero no se mezclan.
Lo delicado del asunto, en lo institucional, es que el General Duarte advirtió al Gobernador que ya había dado instrucciones para que Cardona no participara en ningún operativo, sin tomar en cuenta que Cuauhtémoc, es el brazo derecho del Gobernador, el encargado de la política interna en la entidad, o sea el “Blake Mora” de Baja California y por lo tanto es el enlace y representante del gobierno estatal, ante la coordinación de seguridad pública, y es obligatoria su presencia, en especial ante la ausencia del Gobernador.
En cuestiones militares, la disciplina, la formalidad, el órden, son conceptos básicos. En política, lo son la antítesis de cada uno de ellos : la indisciplina, la informalidad y el desorden.
Pero también es sumamente delicado, que el Comandante de la Segunda Región Militar, haya degradado al funcionario estatal, de cuasigobernador, a un simple individuo cualquiera, grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo. Hay quienes preguntan si es que se le habrá olvidado algún otro calificativo despectivo.
Sin duda alguna, tal incidente repercutirá seriamente en el futuro político de Cuauhtémoc Cardona, quien ya se siente cuasicandidato a Senador o a Gobernador, o al menos a Diputado Federal.
Así mismo, para su desgracia, será el hazmerreir de muchos, durante bastante tiempo. Objeto de chistes y de burlas.
Los bonos políticos del Secretario General de Gobierno, a partir de este incidente, se fueron en picada, en caída libre, como ocurre con frecuencia en la bolsa de valores. No es exagerado decir que puede ser eliminado de la larga lista de aspirantes a puestos de elección popular para las elecciones presidenciales. Incluso, hay quienes advierten la posibilidad de que tenga que dejar el cargo de Secretario General del Gobierno Estatal. Se dice, que Osuna Millán “ya lo trae en jabón”.
Y algo que no puede pasar desapercibido, es que los adelantos científicos, mediante cámaras de videograbación, televisión e internet, están permitiendo que los ciudadanos comúnes y corrientes se enteren de incidentes como este, respecto de los que antes nadie se enteraba.
Lo menos que le puede pasar a Cardona, es que a partir de este incidente, muchos habrán de observarlo con detenimiento, a fin de percatarse si es cierto lo que dijo el General Duarte Mújica : que es grosero, borracho, irrespetuoso y conchudo. Quizás tenga alguna otra “virtud”.
gil_lavenants@hotmail.com
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