COLUMNA: Palco de Prensa

* La policia única
Por Gilberto Lavenant
La posibilidad de eliminar a las policías municipales y crear organizaciones policiacas únicas, una en cada entidad federativa, dizque para lograr una mejor coordinación y más efectivo combate contra el crimen organizado, no ha sido recibida con el agrado que suponía el Presidente Calderón.

Este proyecto no es nuevo, ya se había planteado en la Conferencia Nacional de Gobernadores y ahora lo propuso el Presidente de la República, el martes 1 de junio, durante la reunión del Consejo Nacional de Seguridad. En principio fue aprobado, ni modo que le dieran la contra a Calderón, pero el camino para su realización es largo, sinuoso y difícil recorrerlo.

Ni tardos ni perezosos, dos días después de dicha propuesta, los legisladores priístas presentaron una iniciativa formal para hacer realidad dicho proyecto, iniciativa que por el momento está en comisiones, pues el período ordinario terminó y prácticamente están de vacaciones.

Esto llevaría a desaparecer a la policía municipal en los 2,439 municipios del país. Bueno, 400 municipios no tienen policías, básicamente debido a sus carencias económicas.

En total, son 371 mil elementos, los que integran la policía municipal en la República Mexicana, de los que el 61 % gana menos de 4 mil pesos al mes e incluso el 20 % percibe menos de mil pesos.

De las 2,022 corporaciones de policías municipales, más de la mitad cuentan con un máximo de 20 elementos.

En cuanto a educación, el 68.3 % de los policías municipales, solo cuentan con estudios de educación básica y apenas el 4.5 % con educación superior.

En cuanto armas, ni para qué mencionarlo. Entre estas habría que considerar el número de resorteras o lanza piedras disponibles, así como los garrotes “amansa locos”.

Sin duda alguna, están perdiendo el tiempo en este tema. Con ese “parque”, no se gana ninguna guerra.

En lugar de tratar de desaparecer a la policía municipal, si ya conocen sus carencias, deben fortalecerla. Dotarla de equipo y armamento necesario y suficiente. De perdido para infundir respeto. Capacitarlos en las técnicas más elementales de seguridad pública, brindarles entrenamiento y asesoría para que mejoren sus condiciones físicas y sobre todo que les paguen sueldos decorosos. Con lo que tienen, no solamente no pueden combatir al crimen organizado, sino que por el contrario, ceden a sus ofrecimientos o sucumben ante sus amenazas. Además de que su labor es meramente preventiva. No tienen nada que ver con delitos de alto impacto.

Este proyecto ha sido sumamente cuestionado. Algunos critican el hecho de que pretenden recargar, en las deficiencias de las policías municipales del país, el grave problema de inseguridad pública, pues se trata de hacer aparecer como que eliminando a los policías municipales, se acabará el crimen organizado.

En otros casos, como en Chihuahua, el candidato priísta a la gubernatura estatal, César Duarte, está utilizando este proyecto para fortalecer su campaña, adjudicándose la autoría y argumentando que por lo tanto tiene mejores propuestas que sus contrincantes. Esto es tan solo el principio, pero es obvio que el tema será sumamente politizado, dificultando aún más su posible aprobación final.

Quizás el punto más delicado de todo esto, es que ni los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores, ni los del Consejo Nacional de Seguridad, se pusieron a pensar que al plantear la posibilidad o necesidad de quitar a los gobiernos municipales del país la función y competencia de la seguridad pública, están atentado contra la llamada autonomía municipal.

Quitarle a todo alcalde, la facultad de mando sobre la corporación policiaca municipal, es tanto como dejarlo en un simple administrador de la ciudad que gobierna. En un simple burócrata, dicho con todo respeto para los burócratas, de primer nivel. Pero hasta ahí.

Así es que si a alguien le ha llamado la atención esta propuesta, pues deberá tomarlo con calma. No pasará de ser un mero distractor. Como para hacer aparecer que se trata de encontrar soluciones ante la permanente y creciente inseguridad pública. Como muchas otras propuestas que se han hecho y que han quedado en mero “jarabe de pico”.


gil_lavenant@hotmail.com