martes, 27 de septiembre de 2011

Expediente Político: ¡Devolviendo las canicas!

Por Alfredo Calva
Como en las desavenencias entre infantes durante un juego de ¨canicas¨, que hace que uno de ellos tome todas las esferas de vidrio y se retire del lugar, dejando a su rival espantado, si no es que llorando, es exactamente lo que en términos lúdicos impúber, podemos señalar que sucedió la semana recién transcurrida entre el General Alfonso Duarte Mujica, Comandante de la segunda región militar y el Secretario de Gobierno, Cuauhtémoc Cardona Benavides.


Y al igual que en esos lances, transcurridas algunas horas o en su caso días, posterior a un ¨discúlpame la regué¨ y luego de un apretón de manos, se devolvían las canicas incautadas a la brava. Y eso mismo sucedió entre el General Duarte Mujica y Cardona Benavides, coincidentemente.








Los tiempos y las circunstancias, en especial estas últimas, cambian el sentido de observación y denominación de lo ejemplificado en los párrafos anteriores, para los hechos vividos entre dos críos, los ciudadanos lo tipificarían como un ¨simple pleito de mocosos¨, de lo acontecido entre el militar y el segundo hombre fuerte políticamente en el gobierno del estado, para los amantes de la política dirán, ¨es un acto de civilidad política¨.







Pero lo cierto es, que lo sucedido entre estos personajes y atestiguado por el ejecutivo estatal, José Guadalupe Osuna Millán, dejo marcado para siempre al Secretario de Gobierno.







Ya que si fueron ciertos los adjetivos con los que lo doto el militar, pues entonces, la falta de dignidad es manifiesta en el funcionario estatal al no haber entregado su renuncia a su superior.







De no haber sido ciertas las aseveraciones del castrense, pues entonces, la carencia de gallardía y coraje para defender su persona y la investidura que representa, es de lamentarse.







Por parte del General, se evidencia la ausencia de respeto al protocolo en un evento de la envergadura como lo es la ceremonia de conmemoración del grito de independencia y la falta de respeto a la investidura que su jerarquía militar le confiere en dicho acto.







Lo anterior como se puede calificar.







Como le dirán los ciudadanos.







¨Ni es pleito de mocosos¨, ¨ni es civilidad política¨.

No hay comentarios:

Publicar un comentario