Por Sergio Anzures.
Hace algunos días leí a detalle algunas recomendaciones que hacen especialistas sobre erradicar esa vieja costumbre de encender cohetes o peor aún, disparar armas de fuego al aire sin medir las consecuencias, creo en ambos casos estimado lector, que coincidimos en su erradicación.
Las autoridades municipales han prohibido la venta de cohetes y han decidido sancionar a quienes los vendan o los hagan explotar pues en estas temporadas decembrinas se incrementa su venta legal e ilegal, así como su uso a pesar de las recomendaciones, sanciones y acciones que siempre se anuncian y surgen.
Pero ¿por qué la Noche Buena, Navidad o Año Nuevo deben estar rodeados de irresponsabilidades, miedos e imprudencias de algunos?
¿Por qué debemos esperar a que lleguen estas fechas para poder sancionar, detener o infraccionar a quienes promueven estas equivocadas costumbres y que responsabilidad tienen quienes adquieren y compran cohetes además de hacerlos estallar o, portan armas y las disparan por festejo?
Existen varios tipos de navidades, las de las familias o seres humanos que conviven, se reúnen, cenan, dejan sus celulares fuera de la mesa e interactúan.
La navidad de los que siguen conectados en los teléfonos y comparten fotos a sus amigos por redes sociales aunque no hayan intercambiado una palabra con sus papás, hermanos y abuelos en la cena.
La navidad de los que encienden y explotan cohetes o disparan armas de fuego.
El uso indebido de armas de fuego en este periodo decembrino y en cualquier otro, así como los disparos al aire constituyen un delito que obliga a la autoridad a dar respuesta inmediata y sancionar a los responsables sin necesidad de que tenga que anunciarse con bombo y platillo, es su responsabilidad.
La navidad de los irresponsables e imprudentes pone en peligro a las personas que se encuentran cercanas a los disparos por las “balas perdidas” que pueden causar la muerte debido a la lesión que provocan al caer un proyectil de su altura alcanzada y descender por efecto de gravedad e inercia de manera súbita.
Esta conducta tan irresponsable e ilegal como lo es el uso y explosión de cohetes por menores de edad.
La navidad de quienes irresponsablemente manejan en estado de ebriedad y ponen en peligro a su familia y a otros ciudadanos.
AJEDREZ POLÍTICO ha documentado de qué manera, niños y adultos festejan quemando y encendiendo fuegos artificiales, provocándose accidentes, quemaduras y muchas veces hasta la muerte.
La mínima cantidad de pólvora y combustión incrementan los riesgos y provoca lesiones o perdida de las falanges, dedos o manos por la explosión de cohetes y propagación de fuego que alcanza además de lesionarlos a cegarlos en su estallido.
Pero la navidad de los irresponsables no solo queda ahí, también puede provocar intoxicación por los gases y contaminación, reacciones alérgicas y envenenamientos cuando lo hacen en lugares cerrados.
A pesar de las campañas constantes y difusión de mensajes oficiales a quienes festejan con irresponsabilidad e imprudencia, las personas siguen sin entender.
Esperaremos el parte de novedades y los informes de las corporaciones policiacas para conocer el saldo de esta noche buena en Tijuana.
Mientras tanto, AJEDREZ POLÍTICO les desea felices fiestas y que la paz, armonia y amor prevalezca en los corazones de sus hogares.
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