viernes, 13 de enero de 2012

CICUTA: El Judas Cano

Por Jaime Flores Martinez (El Mexicano)
Inquietísimo porque su carrera política se encuentra en el ocaso, el actual coordinador de asesores del gobierno de Tijuana Antonio Cano Jiménez se atrevió a “brincarse las trancas” al solicitar (a nombre del alcalde Carlos Bustamante), la destitución de Cicuta como columnista del periódico El Mexicano.
Y es que la petición que hizo Cano Jiménez ante los ejecutivos de esta empresa era ignorada por el alcalde Carlos Bustamante. Es del conocimiento público que el escribiente se ha encargado de publicar el rosario de yerros cometidos por el alcalde.


Seguramente para quedar bien con su patroncito, el licenciado Cano intentó pasarse de vivo al pedir la cabeza de Cicuta para aliviarle las dolencias a su guía moral. El martes pasado el periodista Odilón García publicó en su columna “A la Víbora de la Mar” una mínima parte del rosario curricular de Cano, a quien atinadamente ubica como el Judas Cano. El texto de Odilón generó muchísimo ruido en el Ayuntamiento, al grado que algunos funcionarios sintieron repulsión. No hay duda que este hombre quiso quedar bien con su amo y señor.

Referente al “ocaso de su carrera política”, cualquier ciudadano entiende que –al brincar de un partido a otro- Antonio Cano provocó náuseas en la mayoría de los priístas, generó el desconcierto de los panistas y motivó el desagrado de los militantes del Partido Nueva Alianza. Cano Jiménez pregonaba su militancia priísta, aunque esto se acabó al renunciar al PRI para competir por una diputación por el Partido Nueva Alianza y tirársele al piso al mandatario panista.

Ya como legislador del Panal, los diputados blanquiazules tacharon a Cano de “arrastrado” por su manifiesta lambisconería hacia el gobernador Osuna Millán, quien le habría ofrecido integrarlo a su gabinete apenas concluyera la anterior legislatura.

Sin embargo, la posibilidad se derrumbó ante la sorpresiva candidatura a la alcaldía de Tijuana de Carlos Bustamante Anchondo. Cano Jiménez siempre sirvió como peón en las empresas de Bustamante y por ello estaba obligado a jugársela con su patrón. Ante la desilusión del gobernador Osuna, Antonio Cano volvió a ser tapete de Bustamante con la esperanza de ser incrustado en la administración municipal.

Ahora Cano ya tiene el repudio total de los funcionarios municipales y estatales por su marcado servilismo y su papel de camaleón de la política. En los hechos, el señor Cano sabe que no tiene ningún futuro político y por eso está dedicado a limpiar, a Bustamante, las suelas de los zapatos.

El futuro de Cano está tras un escritorio de una oficina en Las Torres al concluir la presente gestión municipal. Al sentir que trae a Dios de las orejas, solamente se ha ganado el repudio de la mayoría. Al pedir el cese de Cicuta, el tapete de Bustamante expandió el tufo que le rodea. En pocas palabras, Cano Jiménez comete tropelías para quedar bien y mantenerse al amparo de su faro, luz y guía.

No hay duda que el señor Antonio Cano desconoce el significado de la palabra “amistad”. Su vida está marcada por su servilismo, su oportunismo y su arrogancia. Este hombre carece de toda ética y está falto de moral. En fin, para Cicuta este es un tema cerrado. El hombre no merece el gasto de tal cantidad de tinta. Para muchos de los lectores de Cicuta queda claro que los intermitentes traspiés cometidos por el alcalde tienen nombre y apellidos: se llaman Antonio y se apellidan Cano Jiménez.

Doñita

Muchos priístas de Mexicali ya no aguantan los desplantes de la señora Guadalupe Gutiérrez Fregoso, quien despacha como titular de la Secretaría de Organización del Comité Directivo Estatal del PRI. Con una arrogancia similar a la de Paulina Rubio, doña Lupe presume que todo está listo para relevar a René Mendívil en la dirigencia estatal del PRI. Doña Lupe dice sin empacho que “los dados ya están cargados” e incluso amenaza a cualquier correligionario que se oponga.

Gutiérrez Fregoso, quien hace década y media despachó como delegada del Issste en Baja California, se auto-exilió porque los reflectores apuntaron sobre ella. Un millón de dólares habría sido motivo suficiente para que “despareciera” del Estado.

Doña Lupe se llena la boca al presumir que tiene los merecimientos para despachar como dirigente tricolor en esta entidad, sobre todo porque cuenta con el respaldo de los dueños del PRI en Baja California.

Cómo andará de insolente a que les llama “pen…intentes” a los priístas que se atreven a reprocharle su arrogante actitud. Doña Lupe saca el pecho y apunta con el dedo índice antes de darle instrucciones a su ejército de vasallos. La sexagenaria mujer afirma que –apenas llegue a la dirigencia del PRI— “correrá” a todos los que le caen gordos –ah, eso sí—nunca promete mirarse al espejo.

Fétido

Integrantes del Colegio de Ingenieros Civiles están decididos a revertir la turbia imagen que han dejado algunos presidentes anteriores. Ellos recuerdan que hace 4 años el ex alcalde Jorge Ramos “compró” al entonces presidente del Colegio Filiberto Enríquez.

La versión es que ambos se repartieron 400 mil pesos, para que el Colegio "avalara" las porquerías del Programa Integral de Pavimentación (Pire). La distribución de ese dinero se hizo sin el consentimiento de la Asamblea. Tres incondicionales de Enríquez se comprometieron a revisar y opinar en relación sobre el Pire. Ramos nunca proporcionó documentación o planos, aunque –eso sí- sus propuestas eran palomeadas.

Hoy las cosas no son mejor que en aquel momento. La elección del Comité Directivo 2012-2013 despide un olor nauseabundo. Detalles en próximas entregas.

Comentarios: cicuta45@gmail.com

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