* Rogelio Vizcaíno Álvarez, hijo del profesor Vizcaíno (1919-2004), entregó la presea en el día exacto del centenario del promotor cultural.
TIJUANA.- En reconocimiento a su trayectoria en las artes plásticas de la región, el pintor Francisco Chávez Corrujedo recibió este miércoles 11 de septiembre el Premio Rubén Vizcaíno Valencia de manos de Rogelio Vizcaíno Álvarez, hijo del promotor cultural que da nombre a la presea, en el Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura.
La entrega del premio tuvo lugar en la fecha exacta en que se cumplió el primer centenario natal del profesor Rubén Vizcaíno (1919-2004), en una ceremonia encabezada por la Dra. Vianka R. Santana, directora general del CECUT, quien estuvo acompañada por el subdirector de Comunicación, Documentación y Memoria, y principal promotor de las Jornadas Vizcaínas, Jaime Cháidez Bonilla, y un nutrido grupo de la comunidad artística, académica y cultural.
El premio marcó, además, el inicio formal de las XXI Jornadas Vizcaínas, instauradas para revalorar la figura de uno de los principales promotores culturales de la región y actualizar su memoria a 15 años de su partida.
Artista plástico, docente y muralista formado en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, el maestro Chávez Corrujedo aceptó emocionado el busto de bronce con la figura del profesor Vizcaíno, creación del escultor Juan Gastélum, que simboliza el premio y cuya entrega fue rubricada por las palabras de su hijo, quien agradeció al CECUT y en particular a la Dra. Robles Santana y a Jaime Cháidez, de quien dijo “eligió libremente ser hijo de Rubén Vizcaíno” y se convirtió, por tanto, en su hermano.
Previamente, la Dra. Robles Santana reconoció a las instituciones que unieron esfuerzos con el CECUT para organizar las XI Jornadas Vizcaínas: el Instituto de Cultura de Baja California, representado por Sara Vázquez; la Facultad de Artes de la UABC, por medio de su director Salvador León; el titular del CEART Tijuana, José Aguirre Lomelí; la directora vitalicia del Seminario de Cultura Mexicana corresponsalía Tijuana, Guadalupe Kirarte, y su directora actual, Victoria Magaña, al igual que varios integrantes del organismo y de la Promotora Cultural de Baja California, entre numerosos miembros de la comunidad cultural presentes en la Estación Vizcaíno, en cuyos muros se instaló la exposición fotográfica de Manuel Bojórkez.
Tras definir al profesor Vizcaíno como “un referente de ejemplaridad pública y de dignidad”, la directora general del CECUT explicó que desde el inicio de su administración propuso que la institución federal ya no fuera solo un acompañante de estas Jornadas en torno a la memoria del profesor Vizcaíno, sino que la institución honrara, al celebrar su centenario este año, “su trabajo de gestión, documentación, promoción y visión cultural”.
La obra, la vida y el legado de Vizcaíno es “un referente de dignidad”, insistió la servidora pública al precisar que “nos enseñó a creer, a confiar y a vivir por las cosas fundamentales, por el arte, por el libre pensamiento, por la conciencia, por la cultura”.
Por ello, “hoy es un día para celebrar, un día de fiesta, porque estamos aquí reunidos alrededor del arte, en un espacio que alguna vez fue parte apenas de sus sueños… porque estamos aquí, junto, atrás y con él, siguiendo su huella indeleble, siguiendo la ruta de nuestra ‘tijuanidad’… siguiendo la luz de nuestro siempre amado Tijuanodonte Rubén Vizcaíno”, afirmó la Dra. Robles Santana.
Correspondió al artista plástico Roberto Rosique ofrecer una semblanza del maestro Chávez Corrujedo, a quien se refirió como “uno de los creadores más fecundos del género muralista en la región” y cuyo trabajo posee la marca de la “elocuencia plástica, que es uno de los elementos protagónicos de su obra”.
Se trata de “un autor con una particular paleta de colores y un estilo inconfundible”, añadió, “cuyos trabajos dan cuenta de los influjos modernistas que encuentra en el expresionismo un recurso para infundir vigor y drama a sus personajes trágicos”.
“El peso de su obra descansa en el color y la textura como complemento”, dijo Rosique al recordar que “por un tiempo, los esqueletos formaron parte indisociable de su obra, tema con el que entrelaza las tradiciones milenarias y la destrucción del medio ambiente”.
Por su parte, Rogelio Vizcaíno Álvarez dijo tener claro que el significado de este reconocimiento que se entrega en el centenario de su padre es servir de espejo en donde Tijuana se mira en lo que ha hecho en materia de arte y cultura.
A continuación, depositó el premio Rubén Vizcaíno Valencia en manos del maestro Chávez Corrujedo, quien tras agradecer el reconocimiento lo dedicó a su familia, presente en la ocasión.
La ceremonia finalizó con la apertura de la colección de fotos en torno a la figura del profesor Vizcaíno, de la autoría de Manuel Bojórquez, la cual tuvo lugar mediante un performance de danza a cargo de Alejandra Ramírez e Iliana Lim, del Grupo Minerva Tapia.
Ceremonia encabezada por la Dra. Vianka R. Santana, directora general del CECUT |
Roberto Rosique ofreció una semblanza del maestro Chávez Corrujedo |
Jaime Cháidez Bonilla |
Rogelio Vizcaíno Álvarez, hijo del profesor Vizcaíno (1919-2004), entregó la presea |
Performance de danza a cargo de Alejandra Ramírez e Iliana Lim, del Grupo Minerva Tapia. |
Manuel Bojórquez |
Participación del Grupo Cenzontle |
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