VILLA MARIA DEL TRIUNFO, Perú.- El estadio de Rugby, convertido en campo de tiro con arco, es el escenario de un Deja Vu.
Muchos rostros conocidos se dejan ver entre las carpas, con pasaportes y banderas distintas pero con un pasado en común: entrenaron en el Centro de Alto Rendimiento de Baja California.
Rostros como los de Julián García, seleccionador colombiano que tras su paso por Tijuana, regresó a Sudamérica para trabajar con los flechadores cafetaleros, o el propio Luis Alfaro, quien hace diez años difícilmente se imaginaría vestir los colores de otra selección que no fuera la mexicana.
En 2009 Alfaro ganaba el Grand Prix mexicano celebrado en Tijuana tras enfrentarse en una de las finales de Arco compuesto a su compatriota y coterráneo Hafid Jaime, a la postre medallista en los Centroamericanos de Mayagüez 2010.
Tiempo después, durante la Olimpiada Nacional, Alfaro ganaría también medallas y podios para Baja California.
Tras varios años en el programa de talentos, Alfaro pasó de competir a entrenar a los flechadores de casa, e inclusive recibiría la oportunidad de unirse al proyecto de selecciones nacionales en México.
Pero, el destino lo llevó más allá de la capital azteca, cuando también se dio la oportunidad de emigrar al extranjero y compartir sus experiencias con los flechadores de Guatemala.
“Ha sido un reto grande desde que empezó esta aventura, el salir de tu país y ponerte a prueba es un reto grande, sea cual sea el color de la camiseta”, recordó Alfaro.
“Gracias a Dios todo a resultado mucho mejor de lo que esperábamos, encontramos un muy buen equipo , digo encontramos porque el apoyo de Adam Flores en el área psicológica, también ha sido fundamental”, expuso.
Este crecimiento tuvo un importante parámetro y punto de partida a partir de los Juegos Centroamericanos de Barranquilla 2018, en Colombia.
“En estos juegos panamericanos, el buscar cupos olímpicos es el sueño más grande como atleta o entrenador y estamos dando todo de nuestra parte para poder lograrlo”, reiteró.
“No puedo terminar sin darle las gracias al Instituto de Baja California que me vio crecer como atleta y entrenador”, remarcó. “Gracias por darme las herramientas para triunfar en este viaje que apenas comienza”.
Tal y como lo remarcó Alfaro, a este equipo multidisciplinario se ha sumado el trabajo de Adam Jacob Flores, quien por varios años integró el departamento de Psicología del Deporte en el INDE de Baja California, y hoy trabaja con los talentos de Guatemala.
“El reto más grande de un atleta es vencerse a sí mismo en cada competencia sin importar donde, contra quien o en qué condiciones”, mencionó Flores, que inclusive vivió una prueba muy fuerte tiempo atrás tras enfrentarse al cáncer al someterse a un intenso tratamiento de quimioterapia.
“Sin duda alguna, estos Juegos Panamericanos 2019 fueron un excelente escenario para poner a prueba los recursos personales y fortalecerse cada día más”, subrayó.
“Ya que lo que aprendes de ti mismo en cada prueba que te toca enfrentar, te hace más fuerte y consciente de lo realmente eres y te convertirás en el futuro como persona y atleta”, indicó.
“Ser atleta de alto rendimiento significa aceptar lo sucedido bueno o con el sabor agridulce que puede dejar una competencia”, añadió.
Y este esfuerzo requiere de mucho valor para llegar a serlo, junto con la constancia y el compromiso para enfrentarse a cada obstáculo con las virtudes que poco a poco va desarrollando el practicante.
Es un esfuerzo nada fácil, pues también “requiere mantener tu objetivo firme a pesar de que en ocasiones el objetivo no se logra”.
Para esto también se requiere fidelidad. “Ser atleta de alto rendimiento significa ser fiel a tus principios, responsable de los aciertos y errores, abierto para seguir creciendo día con día”, explicó el especialista, quien también trabaja con los equipos de Tiro Deportivo de la nación centroamericana.
Guatemala ocupó la posición 16 en el Medallero de Juegos Panamericanos, con dos preseas de oro, nueve de plata y ocho de bronce, para un total de 19 ascensos al podio.
El arco compuesto mixto de Guatemala obtuvo plata con María Zebadua y José del Cid, entrenados por el bajacaliforniano Alfaro e inclusive realizaron una parada en California para sostener actividades de fogueo previo a Panamericanos en Elite Training Center de Chula Vista (antes Centro Olímpico ARCO).
Al mismo tiempo, se alojaron en el CAR, para su descanso e inclusive tuvieron tratamiento profiláctico por parte de los especialistas de Medicina del Deporte en Baja California como parte de todo este importante proceso.
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