Por Sergio Anzures.
El retiro de los bancos que se habían registrado para concursar en el refinanciamiento de la deuda de Baja California es un severo revés para el gobierno de Francisco Vega de Lamadrid y un triunfo para el gobernador electo Jaime Bonilla Valdez.
Los bancos hicieron caso a la advertencia lanzada el lunes por el ingeniero Bonilla y desistieron de último momento de participar.
Las instituciones bancarias analizaron que quizá el refinanciamiento de la deuda fuese legal, pero es inmoral en un proceso de transicion no quererse coordinar con el gobierno entrante en un tema tan trascendente para el Estado.
Recordemos que en un principio estuvieron incluyendo deuda de cupón cero, que hizo reaccionar al sector empresarial de Baja California exigiendo la eliminación de la inclusión de esa deuda en el proyecto de refinanciamiento.
Además exigieron bajar la comisión (que aparentemente era el interés) al 1.1%. Todo esto sin tomar en cuenta que el Dictamen 335 del Congreso del Estado no estableció tope para gastos en servicios de consultorias y asesorías que seguramente iban a ser también por cantidades millonarias.
En su portal de internet, el semanario Zeta, dio a conocer en exclusiva que no habrá refinanciamiento de la deuda.
La nota informa que Miguel Ángel López Arroyo, secretario técnico del gabinete financiero, dijo que este martes 25 de junio del 2019, la licitación pública número REF/001/2019 con la que el gobierno de Baja California pretendía refinanciar deuda por 8 mil 433 millones 257 mil 599.9 pesos fue declarada desierta, una vez que en la sesión de apertura de propuestas, efectuada en Mexicali, siete instituciones financieras se dispensaran de participar en el proceso.
El funcionario estatal dijo que ya no hay tiempo para el refinanciamiento de esa deuda de Baja California.
Es obvio que el no refinanciamiento de la deuda deja mal parado al gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, tomando en cuenta que financieramente el Estado está prácticamente quebrado.
Claro, la herencia financiera al gobierno que encabece Jaime Bonilla, es grave y tendrá que recurrir al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, para salvar a Baja California de esta crisis.
Este miércoles, el gobernador electo Jaime Bonilla y el mandatario estatal en funciones, Francisco Vega sostendrán un primer encuentro para darle formalidad al proceso de entrega - recepción.
Así, después de algunos intercambios de mensajes a través de los medios de comunicación, el ingeniero Bonilla y "Kiko" Vega, tendrán que iniciar con los trabajos de transición.
Por lo pronto Bonilla uno y “Kiko" cero.
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