Sí, el coordinador de la campaña a la gubernatura del estado en Playas de Rosarito por Morena, Fernando Serrano García, repudió la oferta de apoyo político de la actual presidente municipal de esa demarcación, la panista Mirna Rincón Vargas, por considerar que el ofrecimiento era nocivo a las aspiraciones de su candidato, Jaime Bonilla Valdéz, por la pésima imagen y desaprobación ciudadana que arrastra la edil, la abanderada de su partido a la alcaldía Aracely Brown Figaredo, hizo de lado los escrúpulos y ética política, se colude y abraza la ayuda de Rincón Vargas.
Lo anterior, quedó oficializado ayer miércoles 24 de abril, en una reunión con la aspirante morenista a la que Rincón Vargas envió a lo más selecto de sus colaboradores, en su mayoría militantes del PAN, a que se pusieran a las órdenes de Brown Figaredo y su coordinación de campaña, para que, sin perdida de tiempo, realicen labores de proselitismo electoral en favor de la candidata de Morena.
La perfidia política de Mirna Rincón hacia el organismo político que le ha dado lo que ahora tiene y actualmente acumula, le brota el pasado tres de marzo cuando en la contienda electoral interna realizada por el PAN para seleccionar a su candidata a la alcaldía, cuando es defenestrada por el panismo rosaritense, al cobrarle las facturas de incumplimiento de acuerdos y traiciones, y es derrotada por su oponente, María Ana Medina Pérez.
El rotundo fracaso electivo, que además le resulto oneroso a las arcas municipales, por la compra de votos realizada por los operadores de Rincón Vargas, no fue asimilado y aceptado por la proterva edil, quién de inmediato inicia un procedimiento de impugnación ante las instancias correspondiente, sin que hasta el momento el CDE del PAN o la interesada, hayan informado sobre el respecto.
Es de destacar, que la instrucción de Rincón Vargas fue precisa, todo el personal de confianza debería asistir al evento, bajo la consigna de quien no acudiera sería removido de su cargo, y pese a ésta amenaza, hubo empleados, especialmente de militancia panista, que ignoraron la orden recibida, y hoy, a partir de las ocho horas, el Oficial Mayor, Oscar Lozano, les exigió sus renuncias.
Si bien es cierto que Mirna Rincón no se presentó en el evento de rendición de sus subordinados, la mayoría militantes del PAN, a los intereses de la aspirante de Morena a sucederla, en la praxis, la primer mujer en gobernar a Rosarito, está en franco contubernio y amasiato político con Aracely Brown Figaredo, a quien avituallará con recursos humanos y económicos de la administración municipal, a cambio de que Brown Figaredo si llegará a ganar, le garantice impunidad en todas las acciones de corrupción que ha impulsado y protegido desde el inicio de su administración.
Será interesante conocer las medidas punitivas que tomará el PAN a las traiciones a sus candidatos, por la sumisión que han mostrado ante las instrucciones en contra de los intereses político electorales albiazules que Mirna Rincón Vargas ha girado.
La historia en éste sentido apenas inicia.
Y mientras tanto….
En el PRI rosaritense las traiciones, desaciertos y deserciones, son el pan de cada día.
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