En el quehacer político son increíbles las historias que a diario se registran, pero más increíble resulta, lo continuo que algunas de esas historias se repiten.
Tal es el caso de la que protagonizaron hace tres años, en el proceso electoral local del 2016, la entonces candidata del PRI a la alcaldía de Playas de Rosarito, Laura Torres Ramírez, y el también en ese tiempo militante del tricolor, Antonio Serret Rodríguez, quien coordinaba la campaña político electoral a la diputación por el XVII distrito local de Mayra Robles Aguirre.
El día de la elección, se dice en los pasillos políticos, Serret Rodríguez trabajo arduamente motivando y acarreando junto con sus auxiliares, el mayor número de votantes posibles, con la finalidad de que emitieran su sufragio en favor de su candidata a la legislatura, Mayra Robles, pero no, para quien aspiraba a ser la primer mujer alcaldesa de Rosarito, Laura Torres. Ésos votos y trabajo, por un acuerdo, fueron para quien abanderaba la causa del panismo a la alcaldía, Mirna Rincón Vargas, quien finalmente resultó la ganadora.
Han transcurrido casi tres años de ese pasaje, ambos personajes al igual que muchos otros, sin ideología partidista definida, y vividores de la política, brincaron del PRI al partido creado por el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Morena, en donde los militantes fundadores y seguidores del famoso “Peje", los han adjetivado como “los morenistas fifís".
Dado el triunfo avasallador de López Obrador y la proximidad de los comicios electorales en la entidad para renovar la gubernatura, las cinco alcaldías y el congreso local, los nuevos morenistas fifís, vislumbraron la oportunidad de volver a vivir del presupuesto municipal y se aprestaron a apoderarse de las candidaturas.
Por lo anterior, y por razones personales que nada tienen que ver con el bienestar de la comunidad, Laura Torres Ramírez, acudió al llamado hecho por las dirigencias nacional y estatal de Morena a través de una convocatoria y se registro como aspirante a ocupar la candidatura a la alcaldía de Playas de Rosarito, confiando, en que en ésta ocasión y por tratarse del partido del presidente López Obrador, podrá lograr el triunfo en las urnas el próximo dos de junio.
Ante esta acción y porque el rumor al interior de Morena señala, que la candidatura a la alcaldía por disposición de la dirigencia nacional, se le asignará a Torres Ramírez, Antonio Serret Rodríguez se dio a la tarea de formar rápidamente el TUCOL (Todos Unidos Contra Laura), convocando a todos los morenistas fifís que no quieren que Torres Ramírez obtenga la candidatura a la alcaldía por no convenir a sus intereses y fines, para impulsar a quien ellos consideran la mejor opción para sus proyectos debido a su maleabilidad y que el pasado martes también presentó su registro, Aracely Brown Figueredo.
Las denostaciones en contra de Torres Ramírez en las redes sociales por parte de los integrantes del TUCOL, es evidente, la táctica es demeritar la imagen publica de la aspirante entre los ciudadanos y obtener así que los rosaritenses que lleguen a ser consultados por quienes llevarán a efecto la encuesta que “definirá” para quien será la candidatura, otorguen opinión desfavorable a la ex priísta.
En está repetición de la historia, ¿quién logrará su objetivo, Laura Torres o Antonio Serret?.
Pronto lo sabremos.
Y mientras tanto….
Les guste o no, el prianismo obtendrá la mayoría de las candidaturas de Morena, y la ausencia de liderazgo generará fisuras.
Presiona la imagen y...
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