Por Alfredo Calva.
El día de ayer concluyó el periodo de política virtual de Andrés Manuel López Obrador, que durante doce años gozó a plenitud su posición de crítico, sin restricciones o acotamientos en sus acciones y declaraciones, se sirvió con la cuchara grande al señalar los errores, vicios y corruptelas de los titulares del ejecutivo federal, estatales y municipales, salvo en aquellos lares en el que los gobernantes eran proclives a su cruzada quijotesca.