Por Alfredo Calva.
Bajo un doble discurso y moral, la titular del ejecutivo municipal en Playas de Rosarito, Mirna Rincón Vargas, gesta su traición a sus gobernados a través de la entrega de los permisos de uso de suelo y construcción a la empresa Aguas de Rosarito, quien pretende edificar el negocio más lucrativo en el que jamás haya asociado -de acuerdo a sus cercanos-, Francisco Vega de Lamadrid, una planta desaladora.