TIJUANA.- Crónica de una muerte anunciada, obra de Gabriel García Márquez, fue materia de análisis para el escritor Juan Villoro dentro del Ciclo de Conferencias México a través de la Cultura en el Centro Cultural Tijuana.
Aunque la charla tuvo como sede la Sala la Carlos Monsiváis, ante la excelente respuesta del público se debió acondicionar su Vestíbulo y la Sala de Juntas del Centro de Documentación de las Artes para proyectarla en pantallas.
“Estamos muy satisfechos por la respuesta del público que ha llenado esta sala, el vestíbulo y el Centro de Documentación de las Artes, cuando invité a Juan Villoro a hablar de GarcíaMárquez, me dijo, ‘debo empezar por la novela Crónica de una muerte anunciada’ y de eso vamos a escuchar”, dijo al inicio de la conferencia el director general del CECUT, Pedro Ochoa Palacio.
Daniel Salinas Basave presentó al invitado describiéndolo como “un grandísimo narrador que ha escrito novelas de largo aliento como Testigo y Arrecife, y las mejores crónicas del México contemporáneo, no sé si les pasé lo mismo, pero después de leerlo veo el futbol con otros ojos y escucho el rock con otros oídos, y tiene un par de ensayos como Efectos personales en el que descubrimos que no sólo es un narrador excepcional, sino un gran lector”.
Villoro diseccionó varios aspectos relevantes de esta obraliteraria en la que dijo que se “combina dos grandes vertientes literarias de Gabriel García Márquez, el periodismo y la literatura de ficción, Crónica de una muerte anunciada es un relato testimonial, que al mismo tiempo es una novela de invención, siempre reivindicó el periodismo que él consideraba literatura bajo presión”.
“En Crónica de una muerte anunciada sabemos el final desde el principio y, sin embargo, nos lleva a distintas fases del tiempo, está escrita en saltos temporales, es una mezcla de lo real y lo ficticio, no sabemos qué nos dirá el narrador, combina datos, nos pide que desconfiemos de su investigación, cosa fascinante como recurso literario”.
“La novela trata un hecho verídico ocurrido en 1951, una boda a la que asistió Gabriel García Márquez en la que ocurre el asesinato de Santiago Nassar, Ángela Vicario realmente la prima de García Márquez, aunque él cambió los nombres de los personajes reales, hay que reparar en esos nombres, Poncio, Cristo, Pedro, Pablo, Santiago es una especie de nuevo evangelio”, explicó.
“Hay un elemento crítico, por parte de García Márquez, a la impunidad y a la pasividad de todo un pueblo que sabe lo que va a ocurrir y no hace nada, y a las costumbres morales que hacen que, por un asunto privado, se cometa un asesinato, la vida erótica de una mujer es sancionada a machetazos, es un reverso de Fuenteovejuna el pueblo no se une para la resistencia, sino para indiferencia”
“Hay una extraordinaria clave en la novela para averiguar la realidad y es la lluvia, unos dicen que no llovió ese día, el hermano de García Márquez dice que llovió, esa es la incertidumbre en la novela, los terribles hechos de 1951 llevaron a Gabriel García Márquez a escribir una novela que permitiría discernir lo que pesa un muerto”, concluyó Villoro.
Al final de la conferencia Juan Villoro atendió una sesión de preguntas y respuestas e hizo firma de libros a un público que esperó pacientemente. Para conocer el resto de nuestras actividades puede consultar el portal www.cecut.gob.mx o en www.facebook.com/cecut.mx
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