Por Alfredo Calva
La acción del gobernador, Francisco Vega de Lamadrid con respecto a su intención de deslindarse con la publicación de un burdo desplegado en algunos medios, del problema que su director de Imagen, Jorge Cornejo Manzo, le genero con las periodistas Adela Navarro y Dora Elena Cortéz, por sus presuntas acciones gansteriles cibernéticas en contra de ellas, le resultó en una impostura que estólidamente el gobernante creyó que los comunicadores se tragarían.