Por Alfredo Calva
Mientras Silvano Abraca Macklis, alcalde de Playas de Rosarito, duerme tranquilamente en el lecho de la corrupción y el valemadrismo, Rosarito se baña de sangre por la violencia que nadie contiene y que día a día se incrementa, bajo la mirada indolente de una corporación policiaca preventiva carente de mando y liderazgo, pero si, con graves señalamientos de corrupción.