Hay una conseja que advierte : el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra.
Esta semana, el exalcalde priísa, Carlos Bustamante Anchondo, en conferencia de prensa, acusó al alcalde Jorge Astiazarán Orcí, de estar protegiendo al exalcalde Jorge Hank Rhon.
Según el exedil, su sucesor no ha levantado la clausura del casino de su propiedad, porque está al servicio de Hank, y su casa de apuestas, le haría la competencia.
Irónicamente, es lo mismo de que acusan a Astiazarán. Dicen que pese a las serias irrefularidades en que se incurrió durante la administración de Bustamante, lo ha estado protegiendo, para que no se proceda en su contra.
Cabe aquí aplicar aquella conseja que advierte : el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra.
Bustamante no puede presumir que está libre de culpa. Es más, si efectvamente Astiazarán lo ha estado protegiendo, debería estarle agradecido.
Y que no ande con que no le han probado sus fallas. Los informes del Orfis, respecto a las revisiones relativas a las cuentas públicas, sobre los tres años de su administración, son más que suficientes.
Suficientes, para acreditar que la suya, ha sido una de las administraciones que más ha incurrido en fallas, irregularidades y excesos.
No se trata solamente del absurdo caso de las luminarias. También de la demolición del edificio e instalaciones de la cárcel e la 8. Y de muchas otras cosas más.
Lo comentaba elcolumnista, el pasado jueves 7 de enero, bajo el título de “El desorden oficial”. Decia que : “El slogan o frase oficial del XX Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por el priísta Carlos Bustamante Anchondo, era el de “Tijuana, una ciudad con orden””.
Observaba que : “Irónica o sarcásticamente, en la práctica, la administración bustamantista, se caracterizó por ser todo lo contrario : negligente, desorganizada, pésima, exageradamente “generosa” y todo aquello propio de una mala administración pública”.
A Bustamante habría que decirle, que “calladito se vería más bonito”. Si todo tiene en regla, para abrir un casino en el edificio de su hotel, pues que lo acredite.
Si, pese a tener todo en orden –algo raro en él- pues no tiene que andar rogando que le hagan el favor de retirar los sellos de clausura, tiene el recurso del amparo contra actos de autoridad. Y asunto arreglado.
Pero en lugar de tratar de arreglar sus asuntos, por la vía legal, acude a la vía mediática, apoyado por sus excolaboradores del XX Ayuntamiento.eso significa, contrario a lo que presume, debilidad e inseguridad.
Además, agarra pleito con el exalcalde Jorge Hank, que no solamente tiene una posición económica bastante sólida, sino un tamaño político que aventaja enormemente al tambien exalcalde.
Lo más irónico, es que se trata de tres personajes priístas, en la apertura de un proceso electoral, que echa por tierra cualquier presunción de unidad que hagan los dirigentes priístas.
Y conste, el meollo del asunto, son cuestiones económicas, pero que afectan la materia electoral.
¿Tan difícil están las cosas, que los dirigentes priístas prefieren mantenerse al márgen?
¿Esto indica que ni el delegado general del CEN del PRI, ni el dirigente estatal o el municipal, tienen ascendencia sobre Hank, Bustamante o Astiazarán, para conciliarlos? Al menos para establecer una pausa, en tanto transcurre el proceso electoral.
Evidentemente, Bustamante es un “un mal agradecido” ante el sistema político que le permitió salir del hoyo económico en que se encontraba.
Un sistema político que lo ha blindado, para que nadie le exija cuentas y mucho menos intenten procesarlo.
Este es un efecto normal de la impunidad. Cualquier individuo, cuando ve que están a punto de ahorcarlo, es capaz de prometer cualquier cosa, si le dan oportunidad de seguir con vida.
Pero en cuanto considera que ya la libró, que ya está a salvo, se vuelve irreverente y fanfarrón.
Por cierto, en la conferencia de Bustamante, a su lado izquierdo, aparece Joaquín Parada Ruiz, exdirigente estatal de la CROM, quien en el informe del Orfis, respecto a la revisión de la Cuenta Pública 2013 del XX Ayuntamiento de Tijuana, se le menciona en el párrafo cuarto, inciso a), de la observación 9, página 35.
Parada Ruiz es reconocido como especialista en firmar “contratos de protección” con empresas diversas. Supuestamente es el titular del contrato colectivo relativo a los trabajadores del casino de Bustamante.
El informe del Orfis indica que Bustamante contrató a Parada Ruiz, en el 2013, para que lo asesorara “en programas productivos de inversión”, por lo cual le pagó 333 mil pesos. No se le conocían tales “cualidades”.
Y tal parece que le hizo un buen trabajo como asesor, al tal grado que lo volvió a contratar, ahora que el gobierno municipal le cerró el casino. Definitivamente ese tipo de “asesorías”, son productivas.
gil_lavenants@hotmail.com
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