Por Gerardo Díaz Valles
No hay lugar para la gente pensante dentro de los partidos políticos plagados de gentes cínicas, convenencieras y sin escrúpulos. Allí está la renuncia de José “Pepe” Osuna Camacho en el PRI de Tijuana, quien no es cualquier “pelagatos” dentro de ese instituto, pues entre otros cargos que ocupó dirigencias, cargos relacionados al fomento de la ideología, al fomento del debate de altura, el desarrollo del pensamiento y del fomento al legado histórico que este organismo pudo haber aportado a la nación, a la región y a nuestra comunidad fronteriza.