Calificado por tercer mes consecutivo por el Consejo Estatal Ciudadano de Seguridad Publica (CCSP) como un municipio en el que la inseguridad va en aumento, el director de la policía municipal rosaritense, Joaquín Olea, usa la táctica de emisión de boletines porque así cree que la inseguridad disminuirá.
El responsable de la oficina de comunicación social de la policía municipal, José Lino Chavarría, creador de la estólida teoría de que con el envío constante de boletines a los medios de comunicación se cambiaría la percepción ciudadana sobre la inseguridad, fue quien por su intima cercanía con Joaquín Olea, lo convenció y este acepto y autorizo la acción de informar para intentar generar la sensación de que la corporación esta siendo efectiva en su labor preventiva.
Sin embargo los boletines no han ayudado a disminuir los robos a casa habitación, a comercios, de vehículos, asaltos con violencia y los asesinatos, los abusos por parte de los elementos de la policía municipal se han disparado, las extorciones se encuentran a la orden del día y nadie en el gobierno local lo quiere aceptar.
Amorcillado en su teoría José Lino Chavarría, solo ha contribuido a que los comunicadores soliciten su salida al alcalde Silvano Abarca Macklis, quien en repetidas ocasiones ha indicado al director de la policía la remoción del efebo comunicador, sin embargo, por extrañas razones que nadie entiende, Joaquín Olea lo mantiene muy cerca de él, no le importan los señalamientos de ineptitud e incapacidad en contra de su protegido que hacen los reporteros a los que se suman su extremada laxitud en dar respuesta a los datos e información que le es requerida por los comunicadores.
No es posible que el director de la policía crea que con boletines vaya a disminuir la inseguridad, es necesario que ya haga su trabajo, en los 18 meses que tiene al frente de la corporación solo ha hecho el ridículo, sus protectores, el alcalde y el regidor Carlos Ortega, son cómplices de esa ineptitud e incapacidad, ya es hora de que los tres dejen de hacerse tontos y acepten que en el tema de seguridad, esta administración ha tenido un rotundo fracaso.
La delincuencia en todos los órdenes esta desatada, los convoyes de autos con gente armada de nueva cuenta se observan transitar por Rosarito y la policía municipal no se entera, o se hace como que no se entera, la situación se encuentra cerca de llegar a los momentos que s3e vivieron en el 2006, 2007, 2008 y parte del 2009, y ni para que hablar del cobro de piso.
Si no actúa Silvano Abarca y solicita el apoyo de las fuerzas federales y militares, su Rosarito limpio, bonito y SEGURO, solo será un onanismo mental de los tantos de Silvano Abarca Macklis.
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