Tal y como se había advertido, el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, Alejandro Lares Valladares, tuvo que comparecer ante los integrantes de la Comisión del Régimen Interno del Cabildo del XXI Ayuntamiento de Tijuana, para explicar lo que hace, ante la creciente ola de violencia en la ciudad.
El columnista les señalaba, al respecto, que prácticamente iban a perder su tiempo. Que Alex Lares es inocente. Por aquello de que es ajeno a los múltiles homicidios registrados. Que no sabe nada de nada.
Cualquiera habría dicho, que ante el anuncio de su comparecencia, Lares se intimidaría. Pero ocurrió todo lo contrario. Se mostró valiente y manifestó que se sentía complacido porque lo citaran a comparecer. Y conste, la cita, es algo así como la antesala de su cese. Muchos coinciden en que no puede con el paquete.
El columnista decía, que aunque le aplicaran toques eléctricos, agua mineral en la nariz o tortura psicológica, no le iban a sacar nada. Que no lo iban a hacer “cantar”. Porque es inocente. No sabe nada, de nada.
Llegó el día de la cita y ocurrió algo extraordinario. Durante casi cuatro horas continuas, a puerta cerrada, los regidores y el Síndico Social, lo “acribillaron” con cuestionamientos, a “quemarropa”. Pero, al parecer, ni cosquilla le hicieron.
Mientras que los miembros de la llamada “santa inquisición”, salieron rabiando, el aludido, salió con una sonrisa de oreja a oreja. Mientras los primeros hablaron de que los días del jefe policiaco estaban contados, el aludido, sonriente, declaró a los medios que le fue excelentemente.
De ahí que, a quien conocían como “El camillero”, pues era su labor cotidiana en la Cruz Roja, ahora habrán de identificar como “Robocop”, el personaje del cine norteamericano, de un policía que, lugo de un atentado que lo dejó prácticamente muerto y destrozado, mediante adelantos científicos, partes metálicas y aditamentos cibernéticos, lo reconstruyeron, para combatir ferozmente a la delincuencia.
Lares no ha hecho tanto, pero sorprende que la agresividad de los integrantes de la Comisión del Régimen Interno del XXI Ayuntamiento, no le dejó ni un solo rasguño. Y todavía, salió sonriente.
Y conste, los “tiros” de cualquiera de los Regidores, y en especial los del Síndico Social, Bernabé Esquer, fueron como para aniquilar a cualquiera. Menos a “Robocop” Lares. Salió “loco de contento” de la reunión.
Todo indica, que solamente lo tolerarán un par de semana, luego de las cuales, exigirán su cabeza en plena sesión de cabildo y exhortarán al Alcalde, Dr. Jorge Astiazarán, que proponga a alguien, que haga mejor papel que “El Camillero”.
Se supone que periódicamente, todos los jefes de corporaciones e instituciones involucradas en labores de seguridad pública, se reúnen y discuten la problemática que afrontan. Alguien tiene que responder, por la ola de vioencia que se ha desatado.
Para colmo de colmos, el pasado fin de semana, acribillaron a varias personas que asistían a los servicios funerarios de unos jóvenes, asesinados a manlsalva. El colmo es que los hechos sangrientos ocurrieron en el Boulevard Fundadores de Tijuana, cerca de donde se ubica la empresa del Síndico Social, Bernabé Esquer. Pero parece que el último en enterarse, lo fue Alejandro Lares.
El columnista considera, qu el cese de Lares “Robocop”, no solucionará mucho. Se requiere algo más serio que eso.
Que la sociedad esté al pendiente, cuándo es la próxima reunión de seguridad. De esas que encabeza el gobernador Kiko Vega, pero que todo indica son para simple lucimiento.
Ahí, que acudan un grupo de tijuanenses, representantes de las diversas organizaciones civiles, y encaren a las autoridades militares, reclamando que expliquen, por qué se les ha salido de las manos esta situación.
Si antes era más notoria la presencia militar. ¿Por qué relajaron su participación ?
Lo mismo a los representantes de la Procuraduría General de la República. Constantemente presumen que logran grandes decomisos de drogas, pero los asesinatos en plena calle continúan. Como que no infunden respeto a los delincuentes.
Igual se puede decir de las policías estatales. Desde que se dejó en manos de estas, el combate al narcomenudeo, la incidencia delictiva ha ido en aumento. Pareciera que ya desaparecieron la Policía Estatal Preventiva y la Policía Ministerial.
Así como han llamado a cuentas de Alejandro Lares, en Tijuana, la Legislatura Estatal lo debe hacer con la Procuradora de Justicia, Perla del Socorro Ibarra Leyva y con el Secretario de Seguridad Pública Estatal, Daniel de la Rosa.
Alguien debe responder por todo lo que ocurre en Tijuana. Parece un pueblo sin ley.
El frenar la ola delictiva, no es responsabilidad absoluta del titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Tijuana, sino también de los titularees del resto de las corporaciones policiacas de la entidad, de los demás niveles de gobierno.Los rregidores y el Síndico Social, se están quedando cortos, en sus exigencias. “Robocop” no puede solo.
gil_lavenants@hotmail.com
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