Por Gastón Luken
De entrada debo decir que soy amigo de Memo y precisamente porque lo conozco es que lo aprecio y respeto. Muchísimas personas que sabemos quién es nos entristece y apena por los momentos que pasa él, su familia y quienes lo conocemos.
Es de todos conocido que Memo está detenido. La SHCP estimó que una empresa en la que él era socio no contaba con la autorización para ofrecer unos servicios en el ámbito de los seguros médicos. Nadie lo acusa de robo. No tomó nada que no fuera suyo.
A manera de comparación en EUA la misma infracción por la que se le señala es considerada de carácter civil-mercantil. En México, por absurdo que sea, es de carácter penal y encima de ello, grave.
Como Secretario General del Gobierno de B.C. Memo estaba en el proceso de asumir su responsabilidad en un gobierno nuevo y las acciones que tomó en su breve estancia en ese cargo fueron enmarcadas dentro de la civilidad política que todos los ciudadanos deseamos independientemente de qué preferencias tengamos o no por un partido u otro.
Su experiencia en el sector público dista desde el gobierno de Ernesto Ruffo cuando fue Director del ISSSTECALI; Coordinador de Desarrollo Social del Estado así como candidato a la alcaldía de Mexicali. Nunca buscó estar en la actividad pública. Siempre fue invitado a participar por su perfil y capacidad. No ha vivido de la política. Siempre de su profesión y la de empresario.
Memo tiene un prestigio personal bien ganado y reconocido por muchos producto de una sólida trayectoria de participación en la comunidad. Entre varios cargos cívicos sobresalen el haber sido Vice Presidente de CANACINTRA en Mexicali y Presidente del Colegio de Oftalmología de B.C.
Como médico oftalmólogo realizó muchas operaciones gratuitas a personas de bajos recursos. También organizó visitas de médicos de EUA y colegas mexicanos a Mexicali para que hicieran lo mismo salvando la vista de muchas personas. Además fue Presidente Fundador del Patronato "Dale la Mano al Hermano" centro de ayuda a drogadictos y alcohólicos que ha asistido a cientos de jóvenes con estos terribles problemas.
¿Cuántos políticos conoce usted que cuando no están en la nómina del gobierno se entregan a su comunidad así?
Guillermo Trejo Dozal es un hombre de bien, médico de profesión, ejemplar padre de familia, esposo y amigo. Por eso a muchos nos duele lo que le pasa. Estaremos en espera del desahogo del proceso legal y externo mi deseo de que todo se resuelva favorablemente para él.
Curioso, pero más que eso desesperante, que habiendo por doquier una gran cantidad de vagos siete suelas caminando como Juan por su casa no están tras las rejas y una persona de la calidad de Guillermo Trejo sí.
Bravo por la justicia mexicana.
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