Por Gilberto Lavenant
Independientemente de las filiaciones partidistas, uno de los vicios, mañas o prácticas deshonestas -más comúnes- de los políticos, en especial de aquellos que tienen derecho a voto, en la toma de decisiones, es el cobro del diezmo o mochada, como condición para aprobar o rechazar algo, en especial cuando se trata de adquisiciones, arrendamientos, permisos o concesiones, o autorización de programas o ampliaciones presupuestales.