Por Isai Lara Bermudez (Semanario Zeta de Tijuana)
NENE. Chaleco anti-balas, equipo táctico, arma larga del más alto calibre, bien equipado, en camioneta blindada y uniformado como agente del orden, así se pasea al lado del alcalde de Rosarito, Said Eduardo Abarca Valenzuela, su hijo de 22 años. Alcalde e hijo, juntos en una relación laboral. Silvano Abarca Macklis tiene a uno de sus vástagos como jefe de escoltas. El pequeñísimo detalle es que el nene del alcalde no tiene preparación policiaca.