El equipo cercano de colaboradores, del Gobernador Francisco Arturo Vega de la Madrid –le gusta que le llamen Kiko- recibió una orden tajante : que investiguen, para saber quien o quienes son los autores de la filtración de la orden de aprehensión, librada en contra del Dr. Guillermo Trejo Dozal, Secretario General de Gobierno, con licencia.
Bueno, los flamantes investigadores andan husmeando, por doquier, tratando de dar con las pistas que les lleven a identificar al “Edward Snowden” bajacaliforniano, porque podría ocasionar mayores daños a la administración panista, si logra obtener documentos comprometedores.
Los “expertos” en “campañas negras”, saben perfectamente que no tienen que ir lejos, aunque quizás no sea tan sencillo descubrir identidades y en caso de lograrlo, podría ocurrir que lo mantengan como “top secret”.
Los conocedores del tema refieren esto, como el caso del perro que se la pasa girando en torno a sí mismo, siguiendo su propia cola, con el afán de alcanzarla, hasta dar con el sospechoso.
Dicho en otras palabras, la revelación de la orden judicial, para capturar a Trejo Dozal, fue “fuego amigo”. Así se dice, cuando agresores y víctima, son del mismo equipo, aunque no precisamente sean amigos entre sí.
Hay quienes, se atreven a decir, aunque en voz baja, que esto fue simplemente un asunto de justicia. Un supuesto perredista, ocupaba el segundo lugar en importancia, dentro de la administración estatal, y era necesario desplazarlo, para que el cargo quede en mano de un panista. Y así, todos felices.
Hasta el escritorio de Kiko, han llegado reportes con diversas versiones. Algunas de ellas, bastante “jaladas de los pelos”. Que fueron los priístas, tratando de debilitar al panismo, hacia los comicios intermedios del 2015, por ejemplo.
En otras, hasta citan nombres de posibles o presuntos autores intelectuales. En especial, tratan de identificar a personajes, aparentemente ligados con el columnista, autor de Palco de Prensa, uno de los primeros en hacer pública la información, luego de recibida, el domingo 6 de abril.
Saben, perfectamente, que la información fue proporcionada a los medios, mediante el correo electrónico liebrita1@gmail, cuyo autor se identifica simplemente como Liebritha L.L., que suele remitir, textos o información relativa a cochinadas de los blanquiazules.
Sabiendo y reconociendo esto, se limita al “campo blanquiazul”, la búsqueda de posibles responsables de la filtración. Aquí es cuando cabe aplicar aquello del perro que gira en torno a sí mismo, tratando de alcanzar su propia cola.
Los investigadores policiacos, cuando ocurre un crimen, establecen múltiples líneas de investigación. En este caso, algunas de las principales, serían las relativas al entorno personal o político de los involucrados.
Entonces, habría qué preguntar ¿Quiénes serían los beneficiados, con la destitución y captura de Trejo Dozal? o ¿Quiénes son sus rivales políticos, al interior del gabinete kikista? En especial, ¿Quién tiene influencia o relación con el Poder Judicial Federal, para obtener copia de la orden de aprehensión, filtrada a los medios ?
Cabe observar que las ordenes de aprehensión, son documentos ultrasecretos, que se manejan con absoluto sigilo, a fin de que no se enteren los indiciados y sea posible su captura.
En principio, solamente se entera el juez de la causa, el que emite la orden, y su secretario de acuerdos, que la valida. El agente del ministerio público adscrito al tribunal, el personal de la Procuraduría General de la República que las recibe, para su registro y asignación de los policías a cargo de la ejecución.
Lo más común, es que los policías, que traen en sus manos la orden de aprehensión, acuden con el indiciado, le hacen saber sobre la inminente captura, pero acceden a ser “pacientes”, previa “cooperación” económica. Y así, cuantas veces sea posible.
La orden fue librada, el 31 de enero de 2014, por el Lic. Pedro Jara Venegas, Juez Sexto de Distrito en el Estado, dentro del proceso penal 21/2014. Es relativamente sencillo identificar al o a los posibles “indiscretos”. El Consejo de la Judicatura Federal, ya debe estar operando para ello. Cualquier cambio en dicho tribunal, revelará posibles autores.
Sin embargo, dentro de esa cadena, hay un personaje, que podría estar involucrado. Se llama Rafael González Cervantes y es el Delegado de la Procuraduría General de la República en Baja California. Fue subprocurador de justicia, en Playas de Rosarito, en la administración del gobernador José Guadalupe Osuna Millán. Mínimo, es el responsable de indagar y reportar a sus superiores, quien o quienes fueron los “filtradores”.
Aunque han tratado de minimizar la situación jurídica del Dr. Guillermo Trejo Dozal, la verdad es que están sumamente preocupados, ante la posibilidad de que sea capturado en cualquier momento, así como los demás implicados, entre ellos, Carlos Humberto Bonfante Olache, Secretario de Desarrollo Económico.
Pero más preocupados están, por tratar de localizar e identificar al “filtrador” de la información. Los panistas deben aceptar, que hay varios blanquiazules expertos en la materia o que reúnen el perfil. Ni para que pierden el tiempo buscando en otras partes.
gil_lavenants@hotmail.com
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