Si no fuera por el escándalo político, que protagonizó con el Alcalde Jorge Astiazarán Orcí, cuando este reveló que estaba siendo extorsionado o chantajeado por los hermanos Ledezma Romo, Arturo y Miguel, exigiéndole el 50% de los ingresos ilegales del gobierno municipal, podría decirse que la Sindicatura Procuradora carece de titular, o cuando menos es un fantasma, que nadie ve, que nadie escucha.
En los días previos a la toma de posesión del XXI Ayuntamiento, El Síndico Ledezma romo, decía a los medios de difusión, que él sería un Síndico diferente, que pondría orden en el gobierno municipal, que no toleraría ningún acto indebido.
Y efectivamente, ha sido un Síndico diferente, pues nadie, en dicho cargo, había sido señalado de extorsionar al Alcalde en turno. A cuatro meses y medio de haber tomado posesión, Ledezma Romo, se ha dedicado a “nadar de muertito”. Nada, nada y nada. Fácilmente podría ser declarado “campeón de natación”.
Parecía que había llegado con actitud enérgica, a investigar y sancionar cualesquier irregularidad. Y es que empezó “cortando caña”. Suspendió provisionalmente al Secretario General de gobierno, Bernardo Padilla, porque supuestamente incurrió en actos indebidos, cuando siendo Director de Desarrollo Social, en la administración de Carlos Bustamante, indemnizó a varios empleados a su cargo, sin tener facultades para ello.
Así mismo, suspendió las obras de pavimentación de la Calle Segunda, porque supuestamente se licitaron en forma irregular e incluso se llegó a falsificar firmas. Por este asunto, también suspendió a funcionarios de la Dirección de Obras Públicas Municipales.
Generó casi un ambiente de terror, al interior del Palacio Municipal, pues funcionarios de la Sindicatura, se dedicaron a recorrer todas las dependencias, a cuestionar a empleados y funcionarios, con la amenaza de que serían sancionados, en caso de que se detectaran irregularidades.
Y quizás hubiese seguido con el mismo ritmo, de no ser porque el Alcalde Jorge Astiazarán, decidió poner “el grito en el cielo” y reveló lo del asunto de la extorsión por parte de los Ledezma. Parecía el inicio de un asunto grueso. Sumamente grueso.
Sin embargo, estallado el escándalo, viendo la magnitud del mismo, y sus posibles consecuencias, las actuaciones de la Sindicatura, a cargo de Ledezma Romo, se fueron dejando sin efecto. Y si bien es cierto que el Cabildo constituyó una Comisión Investigadora, supuestamente para esclarecer los hechos, al final de cuentas fue simplemente como estrategia para darle largas al asunto, enfriarlo, hasta que quedara en el olvido.
Al final de cuentas, la mencionada comisión, fue una mera treta, con doble sentido. Para que se diluyera la tensión provocada por el escándalo y a la vez sirviera de distracción, para que pasara desapercibido que la Sindicatura no estaba cumpliendo con sus funciones. En especial, que no mostraba ningún interés en investigar todo el cúmulo de presuntas irrregularidades del XX 4Ayuntamiento, encabezado por el empresario priísta, Carlos Bustamante Anchondo.
Y conste, de que incurrieron en irregularidades, se presume que lo hicieron hasta el cansancio. Los temas de las luminarias adquiridas en arrendamiento y a un precio exagerado, las extrañas negociaciones con la empresa propietaria de las videocámaras que registran las infracciones de tránsito, la contratación de asesores “balínes” y muchas otras cosas más.
Los funcionarios del XXI Ayuntamiento, encabezado por Astiazarán Orcí, oportunamente reportaron, las incidencias que encontraron en sus respectivas áreas, atribuibles a colaboradores de Bustamante. La Sindicatura, a cargo de Ledezma Romo, tenía un plazo de 90 días, para determinar las posibles responsabilidades en que hubiesen incurrido. Que se sepa, no ha hecho nada al respecto.
La anterior Síndico Procuradora, la arquitecto Yolanda Enríquez, fue sometida a juicio político, tan solo por su lenta reacción ante un caso de abuso de una mujer, por parte de policías municipales. De acreditarse que Bustamante incurrió en irregularidades, como en el caso de las luminarias adquiridas en arrendamiento, se puede decir que el exalcalde, vejó a todos los tijuanenses.
Así es que, hay elementos suficientes, para reclamar juicio político en contra del Síndico Ledezma Romo, por no haber realizado ningúna indagatoria, sobre las supuestas irregularidades de Bustamante, para
proceder en consecuencia.
Y conste, en el caso del asunto de las luminarias, el columnista proporcionó a la Sindicatura Procuradora, una copia del expediente correspondiente, que incluía observaciones y recomendaciones. Se dijo que lo estudiarían, para resolver lo conducente. Han pasado los días y tal parece que adopta la postura de los avestruces : entierra la cabeza en la tierra, para no ver, ni escuchar, reclamos y críticas.
El Síndico Procurador, es el responsable de vigilar el buen uso y destino de los recursos públicos. El omitir revisar las actuaciones del XX Ayuntamiento, encabezado por Carlos Bustamante, es sumamente grave e implica serias responsabilidades. Se presume que enfrenta un conflicto de intereses, pues es sobrino político de la exesposa del exalcalde.
El lunes 27 de enero, del año en curso, Rubén Ovando, el controvertido presunto representante de la Corriente Crítica del PRI, acusó al Síndico Procurador, Ledezma Romo, protege al exalcalde Bustamante. Habría qué ver, quien protege al Síndico.
gil_lavenants@hotmail.com
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