sábado, 14 de enero de 2012

Palco de Prensa: La vulnerabilidad

Por Gilberto Lavenant
El sábado 25 de diciembre, comentaba aquí en Palco de Prensa, que en los últimos días había venido circulando la versión de que doña María Elvia Amaya Araujo, aspiraba a ser postulada como candidata del PRI al Senado de la República.




Planteaba entonces el cuestionamiento : ¿Pero quien es esta dama?, señalando que seguramente eso preguntarían muchos. Observaba que solamente sus cercanos la identificaban bajo su nombre legal. Su nombre de soltera. Hacía hincapié en que comúnmente la identifican como Maria Elvia Amaya de Hank.



Cabe observar, desde ahora, que en caso de ser postulada a algún cargo de elección popular, el apellido Hank lo va a tener que dejar guardado en su casa, pues en las boletas electorales tendría que aparecer con su nombre de soltera, que para muchos es desconocido.



Decía entonces que, directa o indirectamente, doña María Elvia se ha convertido en un capital político del Partido Revolucionario Institucional. Que pudo haber sido postulada como candidata a Alcalde de Tijuana para los comicios del 2010 y seguramente en estos momentos ostentaría dicho cargo, en lugar del empresario Carlos Bustamante Anchondo. Recordaba que prácticamente ya la habían convencido para ello, pero que al final se desistió y anunció que prefería dedicarse a su familia. A su esposo y a sus hijos.



De la simple versión, se pasó a un hecho concreto : doña María Elvia, forma parte de una lista de 16 priístas aspirantes al Senado de la República. No se sabe si esto es por voluntad personal o inducida por su esposo el ingeniero Jorge Hank. Se recuerda que meses atrás enfrentó críticas condiciones de salud. Se pone en tela de duda si es que ya logró la fortaleza física suficiente para enfrentar las ingratitudes y desgaste físico y moral de una contienda electoral.



Lo de las pretensiones políticas de doña Maria Elvia, se supo, cuando directivos priístas mostraron a los medios de difusión el escrito firmado por los 16 aspirantes, entre ellos la esposa de Hank Rhon, mediante el que establecían un pacto de civilidad y un compromiso expreso de sometimiento ante el “dedazo”, cuando decida quienes de ellos serán postulados.



Algunos, básicamente los hankistas, dieron brincos de gusto, ante las inquietudes y aparentes preferencias partidistas generadas por la posibilidad de la postulación de la señora Amaya Araujo. Para ellos, incluyendo a su esposo, esta posibilidad despierta perspectivas, casi perdidas, de entrar en plan grande al terreno de la política, que en Baja California está bajo el control de su rival político, el Senador Fernando Castro Trenti.



Los hankistas no se detuvieron a reflexionar lo que implica empujar a doña María Elvia al terreno político electoral. Que la exponen a las críticas, a los cuestionamientos, a las intrigas, a las maldicencias, a las traiciones. Que será ella la que tendrá que dar la cara, que poner la cara, para recibir no solo aplausos y manifestaciones de solidaridad, que acostumbra recibir en su calidad de filántropa y en sus muestras de solidaridad social, sino también gritos y abucheos, reclamos y desaires.



Varios factores se conjugan para ello. Por una parte, el PRI se siente en desventaja para contender contra los candidatos panistas al Senado, Ernesto Ruffo Appel y Victor Hermosillo Celada, que aunque sesentones, tienen una enorme ascendencia en la entidad. Con todo y que para los jóvenes bajacalifornianos, son unos totales desconocidos.



Tener a doña Maria Elvia, en las filas priístas, estiman que les generará muchos votos. Comercialmente hablando, es un “producto vendido”, sumamente conocida, lo que le facilitaría su campaña electoral. Precisamente en diciembre pasado se reveló que se encontraba entre las 10 personas “más buscadas” en la República Mexicana, en el apartado “búsquedas de noticias” del 2011, en Goggle.



A diferencia de los hankistas, otros, también priístas, principalmente las mujeres, han visto con recelo las atenciones especiales que doña María Elvia recibe de las dirigencias partidistas. Se dice que prácticamente le rogaron para que aceptara, en principio, ser registrada como aspirante al Senado. Se dice que es por amistad con el mexiquense Enrique Peña Nieto. También se dice que es por su posición económica.



Las mujeres priístas se sienten desplazadas, argumentan que es injusto que a muchas de ellas, que durante años se han dedicado a realizar labores partidistas, sobre todo en condiciones difíciles en los últimos 20 años en que el PAN ha gobernado en Baja California, les nieguen la posibilidad de aspirar a puestos de elección de importancia.



Una de las mujeres priístas que precisamente reclama esas mismas atenciones que le otorgan a doña María Elvia, es la diputada Nancy Sánchez Arredondo, quien recorre la entidad motivando al sector femenil para que exijan equidad y respeto a su trabajo partidista. También ella ha dicho que aspira a ser Senadora.



En un sector aparte se encuentran quienes reconocen a doña María Elvia como una valiosa trabajadora social y que advierten que de meterse a la política electoral, enfrentará enormes riesgos. El primero de ellos, consistente en que se integra a la clase social más desprestigiada, con el menor grado de confianza. Quisieran seguirla viendo como mujer dedicada a las causas sociales, antes que convertida en política, quizás falsa y mentirosa, como muchas más.



Lo más delicado de todo, es que evidentemente doña María Elvia adolece de una enorme vulnerabilidad. Buena fe y en cierta forma ingenuidad, no se llevan con la política. La sombra de su esposo y las leyendas urbanas que hablan de cuestiones ilegales, seguramente le harán blanco de hirientes señalamientos. Los enemigos del ingeniero Hank, serán sus enemigos. El sábado 21 de enero vence el plazo para el registro partidista de los candidatos al Senado. Aún hay tiempo para que la señora Amaya Araujo reflexione sobre su incursión directa en la política. Si al menos entiende lo que significa la vulnerabilidad.



gil_lavenants@hotmail.com

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