martes, 3 de enero de 2012

Palco de Prensa: La política y la iglesia

Por Gilberto Lavenant
Para muchos, la política y la iglesia, son como el agua y el aceite. Cada una tiene su campo debidamente delimitado. La política, el poder terrenal, la iglesia, el poder divino.




Antiguamente, la iglesia era algo así como el poder tras el trono. Los reyes gobernaban, pero requerían del aval de la iglesia, o sea del poder divino, para su existencia. Los súbditos obedecían a los monarcas, porque detrás de ellos estaba la iglesia.



El dominio de la iglesia sobre los gobiernos civiles, trascendió en la historia. Sin meterse en profundidades, porque las hay y son muy profundas y oscuras, en México la historia negra de la presencia de la iglesia lo fue la llamada “Santa Inquisición”.



La religión católica, llegó a ser oficial en México, con una enorme influencia en la toma de las decisiones gubernamentales. Hasta que llega Benito Juárez y pone a cada quien en su lugar. Legalmente hablando, la iglesia dejó de existir. Legalmente no podía tener derechos ni obligaciones. Hasta que llega Carlos Salinas de Gortari, le reconoce la personalidad jurídica y nadie se atrevió a decirle nada.



Vale la pena apuntar esto, aunque sea de manera genérica, para observar sobre la trascendencia y los posibles efectos de la próxima visita del Papa Benedicto XVI en México. Arriba a Guanajuato el 23 de marzo y concuye su visita 3 días después, para de aquí viajar a Cuba.



Curiosa o coincidentemente, el jefe de la iglesia católica, visita territorio mexicano, una semana antes de que inicien formalmente las campañas de los candidatos a la Presidencia de la República. Los observadores políticos señalan que el pontífice, viene “a darle una manita” al panismo y al Presidente Felipe Calderón.



La relación entre el PAN y la Iglesia, es innegable. Se dice que en muchos púlpitos se promueve a los candidatos blanquiazules. Hay una enorme afinidad en cuanto a las ideas del PAN y las de la iglesia. El combate al aborto, por ejemplo, y el combate a los matrimonios entre personas del mismo sexo.



Habrá quienes digan que son meras coincidencias, pero Benedicto XVI viene a tratar de fortalecer al PAN, cuando está a punto de perder la Presidencia de la República. Indudablemente no viene a apoyar al precandidato de las izquierda, Andrés Manuel López Obrador y a la mejor ni siquiera lo haría por el precandidato priísta, Enrique Peña Nieto.



México, es el segundo país con más católicos en el mundo, después de Brasil, seguido de los Estados Unidos. Así es que la visita del Papa, al inicio de la contienda electoral, no es cualquier cosa. Aunque parezca coincidencia.



El mensaje político del visitante, puede ser directo o indirecto. Puede decir que es necesario fortalecer los valores y apoyar a quienes están a favor de las propuestas de la iglesia. Que hay que distinguir a los “lobos con piel de oveja”. Por ejemplo.



Quizás viene, a petición del propio Felipe Calderón, quien le habrá dicho que ya no siente lo duro, sino lo tupido. Que está a punto de ser desalojado de Los Pinos y que requiere del apoyo de todos los católicos mexicanos.



El día 24 de marzo, en Guanajuato, Calderón dialogará en privado con el Papa. Ahí seguramente le contará sus penas y sus preocupaciones. Tal vez aproveche para confesarse, para reconocer sus pecados por la narcoguerra y para pedir perdón por los más de 50 mil muertos, de los que ya fue acusado ante la Corte Penal Internacional.



No duden que por ahí andará quien sea candidato del PAN a la Presidencia de la República, a solicitar la bendición de Benedicto XVI. Si se lo permiten, posará para la foto, la que utilizará para proyectarse ante todos los católicos. Como diciendo: “yo soy el elegido”.



Por cierto, en diciembre pasado, el Instituto de Opinión Ciudadana, de la XX Legislatura Estatal, que dirige Ariosto Manrique Moreno, hizo un estudio sobre “Religión y Valores en Baja California” en la que se refleja la enorme religiosidad de los bajacalifornianos.



El 48.47 por ciento respondió que para ellos el practicar una religión, es importante y un 17.52 por ciento, muy importante. Ambos porcentajes suman el 65.99, frente a los demás que lo estimaron indiferente, poco importante o nada importante.



Al preguntarles sobre la religión específica que practican o profesan, el 60.74 % dijo que la católica y en segundo lugar, con un 17.52 % la evangélica. Sin duda que la visita de Benedicto XVI será seguida con mucha atención por muchos bajacalifornianos.



La autoridad electoral recientemente anulo los comicios de Morelia, Michoacán, porque consideró una falta grave que el peleador mexicano, Juan Manuel Márquez, en su encuentro con Pacquiao, que se transmitió un día antes de los comicios, portaba en su calconcillo deportivo el logotipo del PRI y además porque el priísta, que resultó electo alcalde, apareció durante 5 minutos en un programa televisivo del cierre de campaña del candidato del PRI a la gubernatura.



Habrá qué ver, quienes de los candidatos a Presidente de la República, se atreven a acercarse al Papa, en su visita en marzo, pese al riesgo de aparecer en videos o fotos, que pudiesen ser consideradas como causa de nulidad de los comicios presidenciales. Exagerado, pero “de ese pelo” están los árbitros electorales.



De cualquier forma, directa o indirectamente, aunque lo nieguen, la visita de Benedicto XVI tendrá enormes efectos políticos y serán los panistas los más beneficiados. Bien dicen que en la guerra y el amor, todo se vale. Habría qué agregar que también en la política.



gil_lavenants@hotmail.com

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