Por Gilberto Lavenant
Con fecha martes 27 de diciembre, apareció en el portal de Uniradioinforma, una noticia que podría evidenciar manejos electoreros de programas sociales, por parte de las autoridades municipales. Han transcurrido varios días y el silencio ha sido la única respuesta.
“Este martes –dice la nota periodística- los ciudadanos que recibieron cobijas y un vale elctrónico de despensa por 850 pesos por parte de la Secretaria de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Tijuana, tuvieron que mostrar su credencial electoral y dejar una copia a cambio”.
Con tal exigencia, se pone de manifiesto que lo que se pretende es fomentar o cultivar la clientela electoral, para futuras contiendas, más que el pretender beneficiar a los grupos vulnerables, a los más necesitados.
Estamos en tiempos electorales y casi cualquier programa, aparentemente social, tiene fines electoreros. Nadie podría creer que fueran de manera distinta y que los políticos realmente pudiesen tener aptitutudes de filántropos.
Lo que no se justifica, de manera alguna, que este tipo de repartos, se hagan en eventos masivos y que a los beneficiados se les obligue a trasladarse desde sus domicilios, muchas de las veces ubicados en la periferia de la ciudad, que tengan que erogar gran parte del supuesto beneficio, para cubrir el costo de su transportación, de ida, y de vuelta.
En la nota de referencia, de paso, se pone en tela de duda la la intención del beneficio, pues se observa que “…no fue para todos los que llegaron, sólo resultaron beneficiados los que estaban en una lista oficial y que demostraron tener el documento que servirá pata votar en las próximas elecciones”.
Citan casos de personas entrevistadas y que manifestaron haber presentado su credencial electoral, como requisito para tener derecho a recibir una tarjeta electrónica y una cobija. Aunque también señalan que gubo quienes no recibieron nada.
El evento en el que se entregaron tales “beneficios”, fue el martes por la mañana en la explanada del Palacio Municipal de Tijuana, mediante programa denominado “Cena digna para recibir el Año Nuevo”.
El Director del DIF Municipal, Lic. José Luis Hernández Silerio, dijo que la entrega fue organizada por personal de dicho organismo, en coordinación con la Secretaria de Desarrollo Social Municipal, en atención a un estudio socieconómico para seleccionar a los beneficiados.
Indicó que los monederos electrónicos son por un monto de 850 pesos cada uno y que podrán ser canjeados por alimentos en cadenas de autoservicio en la ciudad. No dijo nada de la exigencia de la copia de la credencial electoral.
Curiosamente, el titular de la Secretaria de Desarrollo Social Municipal, el empresario David Saúl Guakil, anda buscando el apoyo para ser postulado como candidato priísta al Senado de la República. De ahí pues que ayudas sociales, credenciales electorales y aspiraciones políticas, hacen un coctel tendencioso, mañoso, insano, que no debe ser tolerado.
La nota sobre la entrega de los monederos electrónicos, y la exigencia de la credencial electoral, que hace surgir las sospechas de que dicha constancia es precisamente para fines electoreros, fue publicada a principios de la presente semana y nadie ha dado la cara para tratar de aclarar que no es cierto lo publicado y evidente.
Aquí cabría aplicar aquello de que “no hay que hacer cosas buenas, que parezcan malas, ni cosas buenas que parezcan malas”, o bien aquello de que “nadie da nada, sin pedir algo a cambio”, o incluso aquello de que “el que calla, otorga”. Por lo tanto, aplica aquello de que “el que cala, otorga”.
En síntesis, tal parece que Guakil esta utilizando los recursos a su disposición, como titular de la Secretaria de Desarrollo Social Municipal, recurriendo a programas sociales con fines electoreros a su favor, lo que resulta deshonesto e ilícito.
Quienes tienen intenciones filantrópicas, quienes realmente desean ayudar a los necesitados, lo hacen, sin hacer alarde de ello. Obviamente los políticos, no son filántropos, sino políticos, de forma tal que hasta el menor de sus actos benéficos, pretenden aprovecharlo para lucirse. Total, no es dinero de ellos, el que reparten, sino dinero público.
Los dineros públicos, son para ayudar a secas, sin importar siglas partidistas o si las personas tienen o no credencial electoral y deberían entgregarse directamente en las zonas en donde residen los beneficiados y al márgen de siglas partidistas y sobre todo de intenciones electoreras. Los políticos no entienden que la dignidad de los ciudadanos, no vale una despensa. Los necesitados le van a toda. Reciben todo aquello que les den, siendo benéfico para ellos.
De cualquier forma, estos programas sociales, a base de meras dádivas, deberían ser sustuidos mediante programas de capacitación para el trabajo, obras de pavimentación, iluminación, canchas deportivas, mayor vigilancia policiaca. Hay tantas cosas que se pueden hacer, que son más benéficas que los llamados monederos electrónicos. Pugnar por crear y ofrecer fuentes de trabajo remunerativas. Una canasta básica al alcance de sus capacidades económicas.
Evidentemente los políticos se van a lo más fácil, el regalar cosas, total no es dinero de ellos, porque según ellos, tiene mejores efectos electoreros. Solo enestos tiempos les sale lo “filántropos”.
gil_lavenants@hotmail.com
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